Belén Etchart, la diosa finalista de Gran Hermano 2015

Espectaculo

Belén Etchart (23) posa para la lente de Ciudad.com, desplegando su «magia seductora». La única mujer en llegar a la final de Gran Hermano 2015, a pesar de que ella misma creyó que no duraría ni tres días en la casa, se metió a una parte del público en el bolsillo y logró quedarse en el reality hasta el último día, de la mano de Mariano Berón (30), con quien dice tener una «linda amistad».

A fuerza de cierta (llamativa) ingenuidad, junto a su elocuente belleza, la morocha hace sus primeros pasos como flamante famosa y deja la vergüenza de lado para mostrarse muuuy sensual. Además, se entrega un mano a mano donde no quedaron temas sin tocar y hasta se emociona contando su historia familiar. Aquí vamos…

-¿Cómo la pasaste en los 155 días que estuviste en GH?

-Fui feliz, la pasé increíble. No me arrepiento de nada, fue hermoso. Pensé que me iba al tercer día, que no iba a aguantar, extrañaba mucho y soy sensible. Cuando me empecé a adaptar a los chicos fui muy feliz.

-¿Te llevás amigos de la casa? ¿Con quién no te ves ahora que estás afuera?

-Me hice un poco amiga de todos después de haber convivido tanto tiempo. El único tema es que capaz no podés contar secretos o intimidades estando adentro de la casa. Pero no hay nadie con el que no podría tener una amistad.

-¿Cómo te llevás ahora con Marian, quien había sido muy amiga tuya en el reality y después te peleaste?

-Tengo muy buena onda con Mery, es cierto que la relación quedó resentida por la última pelea que tuvimos. Será cuestión de tiempo si volvemos a ser amigas como antes; la quiero, la adoro.

-¿Entonces, a quién sentiste como tu mejor amigo en Gran Hermano?

-Mariano. Es con el que más cerca estoy, además de Fran y Mati. Me bancaron, mal o bien, en todo.

-Contame más de Mariano: ¿cómo es la relación que tienen ahora que salieron del programa?

-Por ahora, tenemos una amistad. No queremos decir «estamos de novios» porque nos queremos conocer más afuera de la casa, hablamos todo el tiempo, nos vemos. A mi familia le cae muy bien, todo tranqui. Me da vergüenza contar si hubo algo o no…

-¿Pero hubo algo ya o no?

-La respuesta es sí, ¡hubo mucho cuando salimos!

-¿Por qué no quisiste que pase nada adentro de la casa?

-No hubiera tenido sexo en la casa ni si me hubiera quedado dos años, no soy una actriz porno. Pienso que las cosas de la intimidad quedan en la intimidad. De hecho, me propusieron hacer Playboy y lo rechacé.

-¿Entonces, qué pensás de las escenas de sexo de Marian y Brian?

-No las vi. Yo no lo hubiera hecho, pero me parece bien por ellos. A mí me da vergüenza y hay un montón de tapes en los que siento que estoy mirando a las cámaras.

-Volviendo a Mariano, ¿cómo definirías la relación? Él dijo que es una amistad con derecho a roce…

-Es un cariño que va creciendo de a poco, queda más dulce dicho así, ¡no me gusta «amistad con derecho a roce»! Lo que más me gusta es su humor y su sensibilidad, parece un niño.

-¿Te gustaría casarte y formar una familia con Mariano?

-A mí me gustaría tener tres hijos. Sólo Dios sabe con quién los tendré…

-Mucho se dijo afuera de la casa sobre la personalidad de él y algunos sintieron que te maltrataba. ¿Vos cómo lo sentiste?

-No, pobre… No me sentí maltratada. Sí es pesado. Ahí adentro todos maltratamos a alguien, incluso yo. Es difícil la convivencia. Aguanté bastante pero también le puse los puntos un día. Lo cierto es que necesito conocerlo. La vida del reality es una fantasía y afuera es distinto.

-¿Qué opinás de los problemas judiciales que enfrenta?

-Me da pena, se estresó mucho con ese tema.

-Cambiando de tema, te vimos preocupada en la final por Fabián, tu papá, y luego nos enteramos que él y tu mamá, Cecilia, hacía ocho años que no se hablaban. ¿Cómo sigue la historia?

-Sí, es cierto todo eso. Al final mis papás se amigaron en vivo en Desayuno Americano. Después fue muy gracioso, porque un día fueron a almorzar a mi casa juntos, me fui a dormir y mientras dormía los escuchaba hablar. Mi mamá le decía «si seguís así, vamos a dejar de hablarnos de nuevo». Son dos personajes. Mi papá estaba nervioso el día de la final, no me veía hace mucho y para mí que el conflicto familiar lo puso así. Estaba mi mamá con su novio por un lado, mi abuela por otro y mi papá, solo, en otro lado. Yo lo entiendo, no pasa nada. En la batidora de la vida, Gran Hermano nos sumó como familia. Estoy feliz.

-¿Es cierto que tu papá tuvo problemas de adicciones?

-Ay, mi amor… Pobre mi papá. Les quiero aclarar que mi papá no es el papa Francisco. A los padres no hay que juzgarlos, hay que amarlos. Mi papá es mi papá. Me di cuenta que es así la vida. Amo a mi papá como es, se va a equivocar mil veces y lo voy a amar igual.

-Tu mamá, de hecho, contó que durante un tiempo fuiste como una madre de tu padre. ¿Cómo viviste esa situación?

-Durante un tiempo yo lo tuve que llamar a él, buscarlo porque estaba enojado conmigo. Hubo un distanciamiento cuando se separó de mi mamá, hace más de 8 años. Fueron dos chiquilines que no les importaba lo que les pasaba a los hijos que quedamos en el medio. Pero bueno, lo busqué, lo llamé y de a poco nos fuimos acercando. Ahora nos llevamos re bien. Soy de la idea de que la gente cuando está mal necesita amor. Sé que mi papá es especial y no estaba bien, no pudo superar lo de la separación pero desde que me acerqué y mi mamá también en el último tiempo, está todo mejor. Pienso que el amor cubrirá todas las fallas. Si están peleados con alguien, dénle un abrazo, prueben. ¡A mí me da resultado!

 

Fuente Ciudad.com