El Ministerio de Producción, a través de las Direcciones de Sanidad Vegetal, de Algodón y de Apoyo Territorial y Agencias, junto al SENASA, conformó la Subcomisión de Sanidad Vegetal en Pampa del Infierno que abarca a todo el Departamento Almirante Brown.
La concreción de este hecho se enmarca en la jornada de Actualización en Control del Picudo Algodonero que se realizó el miércoles pasado en el edificio de la Agencia de Extensión Rural de aquella localidad.
Participaron de la jornada, en representación del Ministerio de Producción, los directores de Sanidad Vegetal Juan Chancalay, de Algodón Guido Copetti y de Apoyo Territorial y Agencias Aníbal Vílchez, el responsable técnico del Programa Picudo del SENASA Julio González, Marcelo Polak de la Fundación de Lucha Contra el Picudo Algodonero (FULCPA) y el intendente de Pampa del Infierno Carlos Andión.
Durante la jornada los funcionarios de la cartera productiva hicieron hincapié en la prevención del picudo, remarcando que la conformación de la Subcomisión de Sanidad Vegetal plantea capacitaciones para los técnicos y productores que van a sembrar algodón.
Asimismo, posibilita la capacidad de la organización del sector algodonero, siendo una de las primeras funciones constatar quienes están inscriptos en el Registro Algodonero. En la medida que trabajen coordinadamente y una vez que detecten el foco, tienen la facilidad de poder adquirir equipamientos, como por ejemplo máquinas turbo soplantes, para que puedan ocuparlos entre los productores organizados.
Al inicio de la jornada, los representantes y productores algodoneros mostraron preocupación ante el avance del picudo y la necesidad de organizarse para combatirlo, pidiendo la asistencia del Estado.
En el departamento Almirante Brown ya se registró la presencia de la plaga y ante su posible avance se estudian estrategias para prevenir que se convierta el sector en una zona roja.
El director de Algodón, Guido Copetti, afirmó que están definidas las zonas algodoneras de la provincia, que arranca desde el Departamento Güemes y se extiende pasando por Comandante Fernández, O’Higgins, Mayor Jorge Luis Fontana, Santa María de Oro y 2 de Abril.
En esa línea, mencionó que recorrieron la zona y notaron que la ayuda brindada por el Estado, a través de ANR de unos 15 litros de combustible por hectárea para que se destruyan rastrojos, ha sido cumplida por la mayoría de los medianos productores.
“De acuerdo a los valores que se manejan, el algodón es el cultivo que con aún con una menor cantidad de kilos se puede tener una buena rentabilidad, lo cual abre una esperanza con respecto al tema de precios. Para eso hay que moverse en forma sincronizada con todos los productores”, afirmó Copetti.
Por su parte, el director de Apoyo Territorial y Agencias Aníbal Vílchez, se refirió a la conformación de la Subcomisión como una obligación por ley, ya que se establece una por cada Departamento de la provincia del Chaco.
En el caso especial de Almirante Brown, tenía una incidencia muy baja en cuanto a superficie, la gran mayoría de los campos están sembrados con otros cultivos y hoy hay una tendencia a duplicarse, señaló el funcionario.
En este sentido, mencionó al picudo algodonero como una plaga más y sentenció que “obliga a practicar un protocolo y a quienes no lo lleven a cabo yo les diría que no siembren algodón, porque si se les va de las manos esta cuestión, el manejo de la plaga se hace muy oneroso y con resultados inciertos”.
Agregó que todo esto “conlleva un seguimiento técnico muy estrecho, básicamente tienen que reunirse para ir previendo y realizar las prácticas necesarias para controlar la plaga y la destrucción de rastrojos es primordial”, aseveró Vílchez.
Datos preocupantes
En tanto, el director de Sanidad Vegetal Juan Armando Chancalay indicó que es necesario la articulación entre todos los organismo oficiales y de la parte privada para trabajar en este tema. Al respecto, explicó que la provincia del Chaco hoy se encuentra en la zona roja o área bajo cuarentena que es la zona de alta infestación.
Al mismo tiempo, marcó la excepción de los departamentos de Almirante Brown hacia el oeste de la ruta provincial Nº 61 y el General Güemes hacia el oeste de las rutas provinciales 61 y 9, límite con Salta, que es la zona de baja prevalencia. “En este momento tenemos el 92% del área algodonera en la Argentina con infestación y con probabilidad de ampliarse si es que avanza hacia Santiago del Estero, que es la zona de riego”, resaltó Chancalay.
El funcionario provincial explicó que “hace muchísimo tiempo que el picudo está declarado como plaga nacional y desde el punto de vista legal está todo hecho, solo falta que lo practiquemos”, ponderó.
Por este tema, el director extendió a los presentes una carpeta con las principales indicaciones de la plaga, entre ellos cómo es la conformación de las comisiones zonales, algunas de las resoluciones que rigen en cuanto al movimiento algodonero, fechas de siembra y de destrucción de rastrojos hasta el inicio de la siembra y guía práctica del manejo y control del picudo, precios y condiciones de entrega de trampas, feromonas e insecticidas.
Chancalay determinó que con la experiencia obtenida y en el inicio de la campaña, necesariamente hay que provocar acciones porque si no el año que viene habrá gravísimos problemas que van a desalentar la siembra de algodón. En ese contexto, subrayó que esto requiere que indefectiblemente se nucleen los productores y contraten profesionales que estén trabajando en el tema del picudo.
Asimismo sugirió complementar el cumplimiento de las normativas más la solidaridad de los productores. En ese contexto afirmó que todavía están a tiempo y aseguró que hay formas de tener algodón con picudo haciendo un esquema de trabajo y siguiendo con el protocolo.
Al concluir, Chancalay instó a trabajar fuertemente en las capacitaciones para tecnificar al sector. A su vez, insistió en el compromiso del Ministerio de Producción en proveer de los insumos requeridos a medida de que avancen los trabajos de la Subcomisión. En este sentido, el productor chaqueño puede conseguir las trampas, feromonas e insecticidas, a precio costo debido a que los mismos están subsidiados por el Estado argentino