Se esclareció el crimen del agrimensor de Villa Ángela

Policiales

La mujer detenida confesó que conocía a la víctima, y quienes molieron a golpes al agrimensor eran amigos de ella, llevados a la casa del occiso por la mujer apodada “Gaby”. Rápida resolución a un crimen que mantuvo en vilo a toda una ciudad.

El hecho se conoció cuando un cliente del agrimensor fue a la oficina, estando su camioneta afuera, el dueño no atendía, entonces este cliente probó la puerta y estaba sin llaves, pero al abrir sintió un fuerte olor y divisó manchas que parecían ser sangre, por lo que llamó a la Policía. Una vez llegada Policía y también el fiscal y gabinete científico judicial. Ingresando observaron el cuerpo desnudo de la víctima en un pasillo cercano al baño, tendido boca arriba.

También observaron mucho desorden, papeles por el piso, cajones revisados, como quienes buscaban robar, comprobando con la presencia de un testigo que tenía amistad con la víctima, que faltaba el televisor, computadora, teléfono, entre otros. En el allanamiento de la casa en búsqueda de alguna pista, hallan en un ropero un celular color blanco, que el encenderlo apareció el rostro de una mujer conocida por la Policía, a la que fueron a buscar de inmediato, pues su nombre figuraba entre las mujeres que frecuentaban a esta casa, según aportó el testigo.

Cuando los uniformados llegaron a la vivienda de la mujer G.A.P. apodada “Gaby”, notaron su nerviosismo, y observaron también que desde la vivienda huyó un sujeto al que rápidamente alcanzaron y aprehendieron, siendo C.R.P. alias Mojarra, asimismo al segundo sujeto A.G.Z. (27) apodado Ale que también intentó huir de la Policía, notando el detalle que uno de los dos, tenía su mano inflamada, presumiblemente por los golpes contra el rostro de la víctima.

Al ser detenida, espontáneamente Gaby contó que en efecto tenía una relación con Fernández, quien paso a buscarla en su camioneta Ecosport a la una de la mañana del lunes, yendo a la casa del mismo donde tomaron algo, pero en un momento el dueño de casa pretendió tener relaciones íntimas con la joven, quien se negó, lo que enojó a Fernández, quien le quitó en un forcejeo, el teléfono celular que le había regalado, no obstante antes de entregárselo, le quitó el chip, yéndose del lugar.
Al salir, Gaby fue a buscar a dos amigos, los sujetos mencionados arriba, para que la ayuden a recuperar su celular, instruyendo a A.G.Z. para que dijera ser su hermano y que se haría cargo del pago de las cuotas del teléfono. Pero al llegar y tocar la puerta, Fernández les abrió e inmediatamente los dos cómplices comenzaron a agredirlo salvajemente hasta dejarlo inconsciente tirado en el piso, Gaby seguía infructuosamente buscado su celular, al que no halló finalmente, entre tanto sus secuaces comenzaron a robar televisor, notebook, celular y algo de dinero.

La Fiscalía notificó a los involucrados sobre su situación legal. En cuanto a los objetos robados, habían sido vendidos a unos ciudadanos que al ser increpados por la policía, devolvieron voluntariamente las cosas.

Los hechos puntuales que serían determinantes de la sospecha sobre los imputados fueron los elementos robados y encontrados, la mano herida de uno de ellos y también las zapatillas que uno de ellos usaba, que tendrían mucha similitud con las huellas que habían observado en la mañana cuando fueron alertados del hecho.