La pareja había realizado 18 intentos de fertilización asistida, pero no lograban quedar «embarazados». Optaron por hacer una gestación subrogada y ahora acaban de convertir su anhelo en realidad: nació Shaila. «Un día lo vi llorar muchísimo. Él estaba sin trabajar y tenía que aguantar mi carácter. Además, yo no le daba un hijo. Me encontraba hundida y no lloraba delante de nadie», había contado hace tiempo la bella mujer.
Luego de una intensa búsqueda, el futbolista de la Selección Argentina Ezequiel Garay y su mujer, Tamara Gorro, fueron padres, y de una manera especial.
La pareja hizo 18 intentos de fertilización asistida y no podían cumplir su sueño. Es que había algo que lo evitaba: la bella española tenía y tiene un problema en las trompas. Por eso, decidieron realizar una gestación subrogada. Y este lunes, nació su hija, la tan esperada Shaila.
«Me volví reservada porque no quería que nadie sufriera. Un día vi llorar muchísimo a Ezequiel. Estaba en Portugal, sin trabajar y él tenía que aguantar mi carácter y encima no le daba un hijo. Estaba hundida, muy mal, con psicólogos. Delante de mi familia, solo he llorado una vez, detrás mucho; es doloroso», había escrito Tamara en su blog.
En tanto, cuando su beba tenía tres meses, Gorro había contado en el el programa Sálvame Deluxe, de la cadena española Telecinco: «Contactamos a una agencia y a unos abogados en Los Angeles, y nos presentaron a mujeres que estaban disponibles para ayudarnos. Elegimos a una. Yo hablo mucho con ella, pero no quiero conocerla. El óvulo es mío y el esperma de Ezequiel, es nuestro hijo biológico».
Luego, dio un detalle muy especial en su blog. «Había dicho que no entraría al parto y no conocería personalmente a la maravillosa mujer que lleva y cuida a mi hija. Cuando pasaron unos meses, mi psicóloga me dijo que en este proceso nada se puede planear. Lo que en cada momento se siente se realiza. Hoy en día, le doy 100 por ciento la razón», escribió en aquel momento. Y ahora Tamara y Garay se encuentran en Los Ángeles, Estados Unidos, luego de haber presenciado el parto y vivir el gran momento de sus vidas.
Fuente: CRONICA.