Propios y ajenos repudiaron la propuesta islamófoba que lanzó ayer Trump, como respuesta al tiroteo de la semana pasada, cometido en California por una pareja musulmana, él estadounidense y ella paquistaní, que terminó con un saldo de 14 muertos. La milicia del Estado Islámico reivindicó el ataque, aunque el FBI sigue investigando cuál era el vínculo entre este grupo extremista y los agresores.
Una de las voces que condenó con más fuerza a Trump fue el propio gobierno de Estados Unidos.
Lo que dijo el pre candidato republicano «lo descalifica para ser presidente», fustigó en una conferencia de prensa el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, citado por la agencia de noticias EFE.
Por su parte, la favorita del oficialismo para reemplazar al presidente Barack Obama el año próximo, Hillary Clinton pidió desde su cuenta de Twitter que los estadounidenses le digan «a Trump: El odio no es un valor estadounidense».
Trump tampoco recibió apoyo entre sus rivales en la primaria republicana.
El senador Marco Rubio calificó su propuesta antimusulmana como «ofensiva y extravagante», mientras que el senador Lindsey Graham la tildó de «absurda» y la ex gerenta Carly Fiorina bromeó con que «trump es un regalo de navidad para Hillary Clinton».
Sin embargo, lejos de retractarse el empresario redobló la apuesta y se comparó con el ex mandatario Franklin Roosevelt y su plan islamófobo con los «campos de internamiento» estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.
Roosevelt «es un presidente que fue muy respetado por todos. Si ven lo que él hizo, fue mucho peor», sentenció Trump, recordando una de las etapas más oscuras de la historia norteamericana, cuando miles de ciudadanos estadounidenses con ascendencia japonesa y ciudadanos japoneses fueron detenidos sin proceso legal en campos entre los años 1942 y 1948.
Esta política para identificar y detener a «enemigos extranjeros» fue una reacción directa al ataque japonés contra Pearl Harbour, la principal base de la Marina estadounidense en Hawaii, en 1941.
«Hasta que los representantes de nuestro país pueden descifrar que demonios está pasando, Estados Unidos debe prohibir el ingreso de todos los musulmanes», reiteró Trump durante un acto electoral en el estado de Carolina del Sur.
En ese mismo discurso y pese a la lluvia de críticas que le caían desde el oficialismo y la misma oposición, Trump sumó una nueva propuesta que seguramente no será bienvenida por muchos estadounidenses: cerrar internet.
«Estamos perdiendo mucha gente debido a internet. Debemos hablar con Bill Gates y mucha gente diferente que sabe realmente lo que está pasando. Debemos hablar con ellos sobre, quizas en algunas áreas, cerrar internet de distintas maneras. Algunos dirán ‘Oh la libertad de expresión, la libertad de expresión’, pero esas son personas tontas», sentenció el empresario devenido en candidato.
«Ahora estamos en guerra, aunque tengamos un presidente que no quiere decirlo», concluyó el empresario multimillonario, que según las últimas encuestas sigue siendo el favorito para representar a la oposición republicana en la elección presidencial del año próximo.
Un sondeo publicado ayer por la cadena de noticias CNN demostró que Trump está primero cómodo con una intención de voto del 33% en el estado de Iowa, donde se realizará la primera de las 50 elecciones primarias, el primero de febrero próximo.
Segundo se ubica con un 20% el senador por Texas de ascendencia cubana, Ted Cruz, lo sigue con un 16% el neurocirujano jubilado, Ben Carson, y más lejos, con un 11%, el senador por Florida e hijo de padres cubanos, Marco Rubio. Jeb Bush, el favorito más moderado, quedó muy atrás con un 4%.