Arana contó que la tira “se corre de la realidad mediáticamente manipulada en la que vivimos y abreva en un universo menos virulento y de vínculos más amorosos”.
“La serie muestra una foto distinta de nuestra sociedad. Logra salir de la esquizofrenia en la que estamos inmersos; en esta neurosis tan potente donde el 80 por ciento de las noticias son malas y están al servicio de asustar y volvernos más frágiles como sociedad, porque también es importante hablar de otras cosas, mostrar otros costados, otros vínculos”, indicó Arana en diálogo con Télam sobre la tira de 13 capítulos que se emitirá los sábados a las 23 y los domingos a la medianoche.
Escrita por Guillermo Ipiña (“Cuentos de Identidad”), esta historia está centrada en la convivencia inesperada entre Augusto (Arana), un hombre acostumbrado a vivir solo, y su nieta Delfina (Paula Sartor) de 21 años, que llega a Buenos Aires desde La Pampa con la excusa de estudiar una carrera.
Él, viudo desde hace un tiempo, vive en Capital con su empleada (Lidia Catalano) con quien tienen un vínculo de profundo cariño y malos modos, y mantiene una relación distante con Dolores, su única hija, que armó su vida en el interior con su tercer marido.
Y será en el marco de aquella extrañeza de una relación inexistente pero amparado en la ligazón del vínculo sanguíneo que Paula y Augusto deberán intentar acercarse.
«Mi personaje debe aprender a ser abuelo de una chica adulta y eso no sucede sin conflictos porque se trata de un hombre huraño y que está acostumbrado a estar solo”, indicó sobre la tira que completan Victorio D’Alessandro, Mario Pasik, Juan Luppi, Tamara Garzón y Darío Lopilato.
“El corazón de esta ficción, lo que más me impactó -reconoció- es que se desarrolla en dos tiempos: en la actualidad de los personajes y, a la vez, en racontos de cuando eran jóvenes allá por la década del ’50”.
Y es precisamente esa forma de enhebrar la trama con recuerdos del pasado lo que permite recuperar lo que Arana considera como “una particular perspectiva del mundo”: “Yo a fines de los ‘ 50 iba a bailes en el Club Lanusse, volvía a las cinco de la mañana y jamás me pasó nada. La serie muestra que aún hoy hay gente que tiene ese tipo de relaciones, de esa cosa más cercana, diáfana, aún con conflictos y en eso la serie tiene un gran valor”.
“La historia rescata una mirada tierna tierna, cuidadosa, de las relaciones humanas íntimas, sobre la familia, los amigos, los amores que hoy está algo perdida”, reflexionó el actor que encabezará también la tira “La leona” que el próximo lunes desembarca en la pantalla de Telefé.
Protagonizada por Nancy Dupláa y Pablo Echarri, la tira ambientada en una fábrica textil y que devela el conflicto entre obreros y patrones, lo tendrá a Arana en la piel de uno de los trabajadores más antiguos del lugar.
“En este momento siento que ´La Leona´ es notable. Hay algo medio mágico porque sin quererlo la tira tiene una vigencia increíble respecto a la realidad en la que vivimos: somos un grupo grande de obreros de una fábrica y el dueño nos quiere dejar sin trabajo así que, cuanto menos, cabe decir que la tira tiene vigencia”, advirtió el actor.
“El libro -continuó- es estupendo, el elenco es maravilloso y teniendo en cuenta que la tira se hizo hace un año es casi premonitoria”.
Allí Dupláa será María Leone, una empleada que se pone al frente de sus compañeros para defender las fuentes de trabajo en la Textil Liberman, la fábrica en la que trabajó toda su vida. En este nuevo camino se cruzará con Franco Uribe (Echarri), al frente de la consultora contratada por el dueño de la textil para vaciarla y quebrarla.
Amor, desempleo, cruces de clase y conflictos ideológicos cruzarán esta prometedora apuesta para el prime time de Telefé: “Lo más interesante es que no se pretende levantar el dedito indicando qué cosas están bien y cuáles no; sino que se busca contar una trama verosímil y fuerte y ver qué pasa con eso en la pantalla”, concluyó.
