«No se trata sólo de cambiar los mínimos no imponibles de Ganancias de la denominada cuarta categoría, como asalariados y autónomos, que es una de las prioridades, sino también de las escalas de deducciones especiales, para que rápidamente un contribuyente no pase a tributar la alícuota máxima del 35%», dijo Abad en conferencia de prensa, luego de difundir el resultado de la recaudación en diciembre y todo 2015.
«Sabemos que el Gobierno comenzó su gestión con un déficit fiscal de arrastre de 7% del PBI y eso obliga a definir prioridades, porque aún no se ha encontrado la fórmula que permita bajar todos los impuestos, como se ha anunciado con las retenciones sobre las exportaciones, los autos de media y alta gama, la exención del medio aguinaldo de Ganancias y la devolución del 5% a las compras de combustibles por hasta $1.000 con tarjeta de débito, y al mismo tiempo reducir el desequilibrio de las finanzas públicas», dijo Abad.
NO SE CAMBIARÁN SÓLO LOS MÍNIMOS NO IMPONIBLES
Y además, explicó el funcionario que «un país con más de 7 años con una tasa de inflación de 25 a 30% anual no puede tener un sistema impositivo que sea equitativo. Eso se agrava por la falta de estadísticas confiables por parte del Indec, lo que constituye un problema al cuadrado, por eso es necesario hacer un estudio a fondo que no se puede hacer en 30 días. De ahí que el Presidente dijo que el 1 de marzo presentará los proyectos de ley con las modificaciones propuestas, luego de que se analicen las diversas iniciativas bajo estudio».
Contribuciones de asalariados, el punto de partida Alberto Abad dijo que la AFIP empezó a estudiar el caso de «Ganancias sobre la cuarta categoría, tanto para asalariados, como para autónomos, porque a partir de ahí se correlacionan el resto de los impuestos, como Monotributo e incluso Bienes Personales, sobre los cuales se trabaja para resolver todas las inequidades, mientras se observa cómo responderá la economía a los cambios anunciados».
LOS CAMBIOS SE EXTENDERÁN AL MONOTRIBUTO Y BIENES PERSONALES
–¿Una vez que determinen los nuevos mínimos no imponibles y se actualicen las escalas de deducciones especiales, se establecerá un mecanismo de ajuste anual automático?
–Alberto Abad: Sí, una de las iniciativas en estudio contempla una movilidad automática, pero que no esté atada a la inflación, para no institucionalizar un flagelo que se busca desactivar. Por eso, se deberán tener en cuenta un conjunto de variables. Lo mismo se analiza para el caso de la actualización de los balances de las empresas.
–¿Cuáles serán los otros ejes de la AFIP, en esta nueva etapa, además de restablecer la equidad tributaria?
–Desde 2008 creció la informalidad impulsada por altos índices de inflación y la sobreexpansión de la cantidad de dinero y se manifiesta tanto en la proliferación de la venta ilegal callejera, como en el empleo en negro. Por eso, se pondrá el acento en aumentar la formalidad, no sólo a través de la tarea de fiscalización tributaria, sino incluso a través de planes que alienten la competitividad.
En ese sentido, Alberto Abad no desestimó que se estudien propuestas que incluyan el crédito fiscal de los aportes patronales sobre la nómina laboral, como ocurría en los noventa, las cuales se irán anunciando gradualmente.
También se pondrá el acento en la «atención al contribuyente» porque «la AFIP está para servir al ciudadano para que pague bien sus impuestos, pero también para que lo recupere en tiempo y forma cuando corresponda».
Abad adelantó que durante su gestión no habrá «blanqueos ni moratorias», y confió en que «con la reactivación económica, el Gobierno recuperará los recursos fiscales perdidos por la eliminación de impuestos».
Hoy el desafío para el Gobierno será «comprobar que con la liberación de las fuerzas de una economía que estaba ‘encepada’, los sectores productivos de bienes y servicios debieran desarrollar todo su potencial y con su crecimiento aumenten sus contribuciones a Ganancias, pero también al IVA a través de los consumos de los sectores vinculados y otros impuestos y recursos tributarios».
EL GOBIERNO ESPERA RECUPERAR LA PÉRDIDA DE RECAUDACIÓN POR LA BAJA DE IMPUESTOS CON MAYOR ACTIVIDAD
Al respecto, el titular de la AFIP mostró que «mientras en 2014 los derechos de exportación sobre el maíz se aplicó a 23 millones de toneladas, un año después se derrumbó a 12 millones de toneladas; en el de la cebada forrajera pasó de 2,9 millones a 1,3 millones de toneladas; mientras que en el caso del trigo con la flexibilización de cupos pasó de 1,1 millones a 3,8 millones de toneladas, y en el de los pellets de soja aumentó de 27 millones a 29 millones de toneladas».