El patovica de Santino, Juan Alberto Retutu Sánchez, preso por homicidio tras la muerte de Nelson Acevedo en la puerta del boliche, quedó complicado atento a que el dermotest que se le realizó horas después del hecho le dio positivo. Sánchez se abstuvo de declarar.
“Tenía restos de pólvora en la mano, según la prueba de Harrison (rodizonato de sodio)”, indica la prueba lo que complica su situación como autor material de la muerte del joven de 17 años.
El dermotest fue realizado por los peritos del Instituto Médico Forense del Poder Judicial, y tras la prueba el fiscal que entiende la causa, Héctor Valdivia, tendrá diez días hábiles para resolver si le dicta la prisión preventiva en la causa homicidio agravado por uso de arma de fuego.
El patovica es el único sospechoso de asesinar de un balazo a Acevedo. La investigación continúa atento a que aún no se encontró el arma que usó Sánchez, una de calibre 22.
Desde tribunales se supo que Valdivia ya citó a Sánchez para tomarle declaración como imputado, pero este se acogió a su derecho constitucional de no declarar. Sigue detenido.
Quien ya está en libertad es el dueño de Santino, quien había sido apresado el domingo a la madrugada porque en su camioneta la Policía encontró un arma calibre 38. Quedó imputado por el delito de portación ilegal de arma de guerra.
Mientras que el boliche de San Lorenzo y Castelli sigue clausurado, acción concretada por la Municipalidad horas después de la muerte del chico Acevedo.