Los vecinos de Concordia vuelven a su hogares tras la inundación, con la «angustia» de haber perdido mucho

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Los afectados por la que el gobierno provincial consideró la peor inundación desde 1959 comenzaron a volver en el marco del «Operativo retorno», que comprende entre otras acciones la fumigación y limpieza de las calles y la entrega de kits de limpieza por parte del Municipio.

Cristian, vecino de Concordia de 24 años, sostuvo en diálogo con Télam que «es una mezcla de sensaciones» la que siente: «Por un lado queríamos volver a nuestra casa, pero al ver como quedó todo me llené de angustia», relató.

«Ahora, a poner el pecho como hicimos siempre, y a seguir adelante», dijo a Télam, y aseguró que «fue muy importante recibir donaciones de la gente de muchos lugares, que en esos momentos fue como un abrazo a la distancia».

En tanto, Natalia, de 19, mencionó que perdieron «todo, y por cuestiones obvias no tenemos luz así que no podemos cocinar, pero por suerte entre todos los vecinos nos damos una mano y vamos mejorando de a poco».

«También recibimos las donaciones de todos lados, y eso hay que agradecer porque han venido hasta desde Ushuaia hace unos días a traer muchas donaciones que sirven mucho», afirmó.

Norma, una costurera de 61 años, lamentó haber perdido tras la inundación muchos de sus más preciados tesoros.
«Perdí toda mi vida de talleres, libros que compré en cuotas, las bolsas de muestras de telas, lanas, tejidos de clientes, perdí el taller de toda mi vida», dijo.

«Esto fue distinto, fue algo terrible lo que pasó», mencionó, y explicó que de su vivienda ubicada en la intersección de las calles Bolívar y Alberdi sacó «la mayoría de las lanas, pero las anotaciones de hace 40 años, desde que empecé el taller, se perdió, se rompieron las mesas y cayó todo, los muebles, placards, cómodas, televisores».

Emilia, de 23, pasó 15 días «raros» con su familia «en uno de los centros de evacuados», y detalló: «Las fiestas fueron lejos de casa y sabiendo que perdíamos todo, pero por otro lado entendimos valores que se vieron acá como la solidaridad, el compañerismo, el levantarse y sin conocerse charlar, compartir un mate».

En diálogo con Télam, relató que junto a sus hermanos de 18, 11 y 7 años están «ayudando a limpiar y a acomodar todo de nuevo, todos los días, con cepillo, manguera, lavandina y detergente».

Por otra parte, Cecilia, de 43, llegó a Paraná «a dar una mano», ya que tiene allí «varios familiares, y contó que pudo «recorrer algunos barrios que quedaron destruidos, lamentablemente».

«Fue terrible la situación que se vivió, no solo acá en Concordia sino en varias ciudades, pero por suerte hubo organización y sobre todo solidaridad, que es lo más importante», agregó.

Ricardo, de 59 años, recordó que «era muy chico en la inundación de 1959», pero que recuerda a su familia «llevando donaciones, aunque creo que esta vez fue más complicada, mucha gente perdió todo».

En ese sentido, señaló que «también hay que destacar que hubo un grupo humano con voluntad y solidaridad de 100 por ciento, una entrega y organización impecable para que entre todos se pueda salir de esta situación».

«Hace 15 días estamos trabajando todos los días, limpiando las calles y veredas, levantando las cosas para que después los vecinos puedan limpiar sus casas», explicó por su parte Javier, empleado municipal.

En la capital del citrus, el río Uruguay bajó un metro este mediodía, ubicándose en 7 metros de altura, mientras que los partes oficiales estipulan que tendrá una tendencia a variar entre 5,50 y 7,50 metros durante los próximos días.

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