El mayor temor de los gobernadores de provincias pequeñas ante el cambio de gobierno se está dando, y es que se les pode la Coparticipación que fueron logrando con el correr de los años. Hace 30 años que Chaco se ubica cuarta en la escala de beneficiarios con este ingreso. Quitarle parte de ese privilegio sería un golpe durísimo para Peppo, teniendo en cuenta que la provincia no es productiva, sino que depende en demasía del estado en la generación de empleos.
EDITORIAL
Son muchos los desafíos que tiene el actual gobernador Domingo Peppo durante los cuatro años de gobierno. Sin dudas, el más urgente es lograr que se respete la coparticipación. O al menos que no sea un tema de agenda.
Recientemente, un incremento de la misma a CABA encendió la alarma de los dirigentes provinciales que, rápidamente, se congregaron para pedir no solo que no se les quite el porcentaje, sino que además se les devuelva el 15% que se les quitó desde 1992, que en uno de sus últimos actos Cristina Kirchner quiso devolverlos (justo cuando se iba, no antes), pero mediante un DNU Macri derogó esa medida. La medida es malparida desde el vamos, pero no viene al caso.
Incluso, los gobernadores amenazaron con recurrir a la justicia si no son oídos en sus reclamos.
Rápidamente, el ejecutivo nacional recogió el guante y aseguró que este no será un inconveniente, ya que esta gestión quiere un país más “Federal” y no tan “Unitario” como con la administración anterior.
PROVINCIAS EN ALERTA
La situación es compleja. Si se logra recuperar el 15% que Nación retiene desde el año 1992, gobierno de Carlos Menem, sería un beneficio importante para la provincia, pero esto hoy es utópico.
Más complicado sería todo para Peppo si el índice que actualmente recibe (5.18%) disminuye. Es por eso que el gobernador se plegó rápidamente a este reclamo, independientemente de las negociaciones que realiza particularmente con funcionarios nacionales.
Chaco, más allá de lo que se pregonó en la gestión precedente, depende en gran medida del estado, sea provincial o municipal. Es más, cualquier posibilidad de paso al estado de parte de un trabajador privado es aprovechado, ya que la seguridad laboral que existe en la provincia no se tiene en otro ámbito.
Ahora bien, en los últimos años el número de planta permanente se amplió considerablemente en el Chaco, golpeando directamente a la Coparticipación Federal
PELIGRO INMINENTE
Si se tiene en cuenta lo que establece la Constitución Nacional, es muy difícil que Chaco mantenga el índice que hoy ostenta, y que se dio sólo por un artilugio del entonces ministro de Economía Rafael González.
La Coparticipación Federal es el sistema (constitucional) que tiene por objeto coordinar la distribución del producido de los tributos impuestos por el Estado, en virtud de una delegación efectuada por las Provincias a la Nación, quien debe recaudar las contribuciones, retener su porción y redistribuir el resto entre aquellas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Para los chaqueños lo mejor sería que este tema siquiera se debata, porque si el Chaco tuviera que discutir la reforma de la Coparticipación Federal es imposible que su índice sea mantenido si se aplica la Constitución.
En resumidas cuentas, de suceder esto, la provincia sería seriamente perjudicada y la situación interna sería insostenible.
