En el terreno de la alimentación se ponen en discusión muchas opiniones encontradas que argumentan a favor de supuestos beneficios de un alimento en particular. O que, por el contrario, demonizan otro que puede tener muchos beneficios. Los trucos de las abuelas, los consejos de un curandero y la recomendación de un médico parecen tener la misma validez cuando se debate sobre la eficacia de la miel contra la tos o la enemistad entre la comida picante y las úlceras.
Por esta razón, la especialista en nutrición deportiva Cynthia Sass recopiló para la revista Time siete mitos sobre alimentación muy conocidos, debatidos y puestos en duda.
El caldo de gallina es bueno contra el resfrío: verdadero
Esto está probado por la ciencia. Un famoso estudio de la Universidad del Centro Médico de Nebraska descubrió que el caldo de gallina tiene un efecto anti-inflamatorio que puede ayudar a aliviar el dolor o malestar en un cuadro de resfrío.
Este caldo también puede acelerar el movimiento de mucosidad en la nariz, aliviando la congestión. Mientras que las bebidas frías pueden disminuir el drenaje de las secreciones mucosas, los líquidos calientes las achican y desprenden, por lo que drenan más rápido provocando cierto alivio. Además, se tiende a perder más líquido cuando se está enfermo a causa de la transpiración o la tos y la sal de la sopa ayuda en la hidratación porque contribuye a la retención de líquidos. En caso de no comer pollo, un caldo de vegetales también sirve por la ingesta de nutrientes que refuerzan la inmunidad.
El alcohol ayuda a dormir: falso
Ha habido más de 25 estudios publicados sobre el impacto del alcohol en el sueño, y, si bien es cierto que el alcohol tiende a reducir la cantidad de tiempo que se tarda en conciliar el sueño, también altera el sueño en general, particularmente la fase de movimiento ocular rápido –MOR (o REM, en inglés «Rapid Eye Movement»)–, que es mentalmente restaurativa. Cuanto más se bebe, peor será el impacto.
En caso de tener problemas para dormir, es necesario cortar la cafeína por lo menos seis horas antes de acostarse, mantener su habitación fresca, oscura y tranquila. Es importante tomarse cinco minutos de meditación, respirar en forma profunda o la relajarse progresivamente (centrándose en relajar el cuerpo, empezando con la punta de los dedos del pie, hasta la parte superior de la cabeza), ya sea antes de acostarse o después.
Beber más alcohol ayuda en la resaca: falso
Beber en una mañana de resaca puede ayudar temporalmente pero lo más probable es que genere un efecto rebote que devuelva los síntomas de resaca o incluso los aumente. Tomar un trago más de los que ya se tomaron fuerza al cuerpo a priorizar la metabolización del nuevo alcohol, por lo que se tiene un breve respiro de las secuelas químicas de la noche anterior. Sin embargo, tan pronto como termine ese proceso se vuelve al comienzo, incluso con más toxinas en el sistema.
El mejor consejo sería evitar el alcohol, pero, ya hecho el daño, los verdaderos remedios son el tiempo, el descanso y el agua. También pueden incorporarse electrolitos mediante bebidas isotónicas o deportivas, el jugo de la salmuera o agua de coco.
EL ALCOHOL DISMINUYE LOS EFECTOS DE LA RESACA MOMENTÁNEAMENTE PERO LUEGO LOS AUMENTA
La carne de pavo o pollo da sueño: falso
Este mito proviene del hecho de que el pavo contiene triptófano, un aminoácido que sube la serotonina y la melatonina, claves para un buen sueño. Pero la verdad es que la conexión no es tan simple o directa. En primer lugar, el pavo no es único en su contenido de triptófano. El aminoácido también se encuentra en otras carnes, pescados, lácteos y huevos (y probablemente una tortilla no dé sueño). Sin una ración considerable de hidratos de carbono, no se va a sentir sueño.
La verdadera razón de que el pavo o el pollo sean considerados inductores de sueño se debe a que generalmente las cenas donde se comen estas carnes, vienen acompañadas de una gran cantidad de comida. Esto desvía el flujo sanguíneo al intestino, que es el verdadero regulador de energía.
La miel tiene efecto antitosivo: verdadero
La miel contiene anti-inflamatorios naturales y sustancias antimicrobianas. De hecho, en un estudio, más de 100 niños con infecciones en las vías respiratorias superiores recibieron alguna de las siguientes opciones: un supresor de la tos con sabor a miel, nada o dos cucharadas de miel antes de dormir. La miel real no sólo redujo la tos durante la noche y mejoró el sueño sino que además superó los resultados del medicamento de venta libre.
Para un malestar en la garganta, entonces, es innecesario gastar plata en la farmacia. El dolor se alivia mezclando un poco de miel con agua tibia y limón, en una infusión por ejemplo, o simplemente tragando miel directamente de la cuchara (debido al riesgo de botulismo infantil, nunca se debe dar miel a un niño menor de un año).
La comida picante genera úlceras: falso
Las úlceras no se generan por nervios, o por comer alimentos picantes que «hagan agujeros» en el estómago. Del 80% a 90% de las úlceras son causadas por la bacteria H.pylori, y por lo tanto se tratan con antibióticos.
De todas formas, estando en tratamiento contra una úlcera se recomienda evitar los alimentos picantes hasta que se haya curado. Pero, en general, incluir ají picante en la dieta puede ofrecer una serie de beneficios para la salud: acelerar el metabolismo, diluir la sangre (lo que reduce el riesgo de accidente cerebrovascular), reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, aumentar la inmunidad y reducir la inflamación, un desencadenante del envejecimiento prematuro y las enfermedades crónicas.
Tomar agua ayuda a bajar de peso: falso
Si bien no es cierto que se pierde peso con cada sorbo de agua que se bebe, se han publicado estudios que apoyan la conexión entre el agua y el control de peso. Uno descubrió que al beber dos vasos de agua justo antes de comer una comida se ingerían entre 75 y 90 calorías menos. Un segundo estudio, realizado por los mismos investigadores, descubrió que cuando dos grupos de personas siguieron el mismo plan de calorías controladas durante 12 semanas, los que bebían dos vasos de agua antes de las comidas perdían alrededor de 7 kilos, en comparación con los 4 kilos en el grupo que no lo hizo.
Además, hay algunas investigaciones que demuestran que el agua ofrece un impulso metabólico leve. Un estudio alemán comprobó que beber dos vasos de agua aumenta la quema de calorías en un 30%. El efecto se activa dentro de los 10 minutos y se mantiene durante más de una hora. Y mientras que el impacto es pequeño, en términos del número extra total de calorías quemadas, día tras día esos pequeños aumentos pueden sumar a un cambio mayor.