A través de Gustavo Vera, titular de la ONG La Alameda, el papa Francisco envió sendas cartas a magistrados que investigan distintos casos de narcotráfico. Vera tiene encomendado reunirse esta semana con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, para consensuar una comisión de jueces y fiscales que viaje al Vaticano el 3 y el 4 de junio para un congreso sobre justicia, narcotráfico, trata de personas y crimen organizado.
Las bendiciones del puño y letra de Jorge Bergoglio llegaron a la jueza federal María Servini de Cubría, que investiga la responsabilidad política en el tráfico de efedrina, que salpica a exfuncionarios del Gobierno nacional; al juez federal Sebastián Casanello, que investiga a Lázaro Báez; y al fiscal federal Federico Delgado, que impulsó causas de trata de personas e investiga casos de drogas y corrupción.
Además, envió bendiciones al fiscal general de Mar del Plata, Daniel Adler –de Justicia Legítima, nombrado por Alejandra Gils Carbó–, y al fiscal Claudio Kishimoto, de Mendoza, quien está enfrentado a la procuradora.
El juez federal Carlos Vera Barros, de Rosario, a cargo de los expedientes más calientes de narcotráfico en Santa Fe, también recibió el mensaje papal. Es el magistrado que procesó al ex jefe de la policía provincial, Hugo Tognoli.
Bergoglio mantiene con Vera (el encargado de repartir las cartas) una vieja amistad. Vera está enfrentado con Macri.
