Gremios estatales, a la espera de lo que arreglen los docentes

Sociedad

Hace un par de años, el gobierno provincial tomó la medida salomónica de darle a todos los sectores el mismo porcentaje de aumento al básico de los trabajadores de los tres poderes. En tal sentido, los docentes –con un gran poder de negociación- se transformaron en punta de lanza del reclamo salarial, desnudando el pésimo nivel de negociación del resto de los sectores que se acostumbraron a recibir lo que se les da a los educadores.

Expectantes. Esa es la palabra que mejor define la situación en que se encuentran hoy los gremios judiciales, estatales, legislativos y de entes autárquicos. Los docentes se transformaron en la fuerza de choque de un montón de sindicalistas que no en los últimos años no hicieron más que servirse de la amistad de los gobernantes para no encabezar nunca una medida de fuerza seria en reclamo de mejoras salariales.
Por ejemplo, UPCP se pasó años sin realizar una medida de fuerza, a pesar de lo bajo de los salarios y de las pésimas condiciones de trabajo existentes, con superpoblación de trabajadores que padecen un mal común en este poder: la falta de asignación de tareas. No porque no hayan, sino porque en más de una oficina se ve gente parada por falta de lugares. Con solo visitar Casa de Gobierno se puede confirmar esto.
Sin embargo, José Niz se acordó de reclamar en la calle solamente cuando se distanció ideológicamente de Beatriz Bogado, quien siendo sindicalista llegó primero a ministra de Desarrollo Social para luego ser Diputada Provincial, cargo que aún ostenta. El otro reclamo fuerte fue cuando un grupo detectó irregularidades en la conducción y lo denunció en la justicia, que falló en contra de la actual comisión directiva. Ahí hubo paros y movilizaciones, pero no por reclamar beneficios para el trabajador (aunque en la bolsa se metían algunas cuestiones), sino para escrachar una resolución judicial.
Es más, los estatales en muchas ocasiones recibieron menos que el resto de los poderes, pero debe buscarse mucho para encontrar una movida que reclame al menos una equiparación con el resto de los trabajadores.

JUDICIALES
La situación en el Poder Judicial es tan irrisoria como con los estatales. El acercamiento de Graciela Aranda con el poder de turno (Primero Capitanich, ahora Peppo), evitó reclamos que terminen en un beneficio para el sector.
Es más, el gobierno se refugió en el SEJCH por el tema del juicio del 113% para acordar con los trabajadores. Claro que al ser un juicio un litigio personal, no encontraron la respuesta necesaria. Es más, personas muy allegadas a Aranda dentro del gremio repudian este accionar, y aseguran que ya le avisaron a la excandidata a diputada por el PJ que no permitirán que se metan en su juicio “aunque nos lleve más tiempo cobrar lo que es nuestro”.
Un apellido revolotea en la cabeza de estos judiciales: Suárez, quien estafó a muchos compañeros que no quieren repetir esta historia.
Cuando el lunes pasado se hizo la segunda oferta a los docentes (15% en marzo, 5% en junio y 5% en septiembre), en los pasillos de los juzgados se volvió a ver a representantes del SEJCH anunciando “las buenas nuevas”, cosa que se retractó días después cuando los docentes rechazaron la oferta.
Asimismo, el viernes volvieron a mostrarse contentos con la nueva oferta (informal desde el vamos ya que no se comunicó nada para el sector de manera oficial), del 18% en marzo y un 7% en junio; pero ante el nuevo rechazo de los docentes los directivos no sabían que hacer.
El caso de la Unión y Asociación de Trabajadores Judiciales no vale la pena evaluarlos, ya que la tesitura combativa con que se conformaron quedó en el pasado, ya que nunca supieron contrarrestar la fuerza que el estado le da al Sindicato, que en definitiva es el que decide todo.

LOS DEMÁS
En el caso de los demás gremios, minoritarios de por sí, la situación está más tranquila. Ya con lo que ofrecieron a los docentes se confirman “más algo que se pueda obtener por lo bajo”.

EJEMPLO DE LUCHA
Claramente, los únicos que enarbolan la defensa de los derechos de los trabajadores son los gremios docentes. Con el malestar que esto causa en todos los sectores porque no cuentan con el apoyo de nadie, pero con la convicción de reclamar por lo que consideran justo.
El resto disfruta de este embrollo que ni los salpica. Ya dice el refrán “A río revuelto, ganancia de pescadores”.

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