Este es la segunda estatuilla consecutiva de Iñarritú, de 53, que en el 2014 la gano por «Birdman», protagonizado por Michael Keaton.
Productor, guionista, director y también compositor, Alejandro González Iñárritu es, hace una década, uno de los grandes nombres del cine mexicano que trasciende las fronteras de su país con un cine sólido, que busca nuevas alternativas narrativas, ahora de frente a las convenciones de un Hollywood cada vez mas rutinario, efectista y comercial.
Nacido en 1963 en la Ciudad de México, es el primer cineasta de su país en ganar el premio Oscar a mejor película, hace dos años por su extenso plano-secuencia “Birdman” y también la estatuilla destinada a mejor director así como la de mejor guión original, en ese caso de los argentinos Armando Bo (nieto) y Nicolás Giaccobone.
González Iñárritu, que siendo un adolescente cruzó el Atlántico trabajando en un buque carguero y a los 19 recorrió Europa y Africa haciendo de todo un poco, fue el primer mexicano en ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes, en 2006 con “Babel” acredita una historia relacionada con la comunicación que es bastante épica.
En 1985 comenzó su carrera en la emisora WFM, de la que dos años después, al tiempo que dejaba el curso universitario de periodismo, era nombrado director de esa estación dedicada al rock y a la música electrónica, en la que entrevista a un sinfín de astros y estrellas y transmite conciertos de todo el mundo.
La radio se convirtió en la número uno por cinco años, cuando González Iñárritu se lanza de lleno al cine con Z Films, donde comenzó a dirigir spots publicitarios para grandes firmas y cortometrajes, así como productos audiovisuales para la TV de su país, y en 1995 su primer piloto, “Detrás del dinero”, con Miguel Bosé como figura central.
En 1999, González Iñárritu presenta “Amores perros”, con libro de Guillermo Arriaga, gran premio en la Semana de la Crítica que se realiza en paralelo al Festival de Cannes y fue nominada al Oscar como mejor película hablada en lengua extranjera, a la que siguió “21 gramos”, de nuevo con Arriaga, con varias candidaturas de Hollywood.
En 2006, “Babel”, fue el gran cierre de la conocida como “trilogía de la muerte” con el sello de Arriaga, creador de ese esquema en el que varios relatos se entrecruzan, y la que mereció el reconocimiento del jurado de Cannes como la mejor de aquella competencia.
Su encuentro con los guionistas argentinos Armando Bo (nieto), hijo del cineasta Victor Bo y nieto del “inventor” del estilo Isabel Sarli, inició una nueva etapa, que tiene que ver con dos historias, una “Biutiful”, ambientada en una Barcelona marginal, la otra “Birdman”, que se mete literalmente en un teatro neoyorquino -con una puesta deRaymond Carver- y en la historia de un teatrista acorralado por obsesiones propias y ajenas.
Esta vez con un presupuesto de 16.5 millones de dólares, una memorable actuación de Michael Keaton, y la fotografía del maestro y compatriota Emanuel Lubetzki, alcanzó una recaudación de 98 millones de dólares y cuatro Oscar, a mejor película, director, guión original y fotografía.
Definitivamente instalado en el gran cine, González Iñárritu vuelve a desafiar el nacionalismo estadounidense que por tercera vez vería en el podio de los triunfadores de los premios más importantes a mexicanos (en 2016 el gran triunfador fue Alfonso Cuarón con “Gravedad”, en medio de una coyuntura política en la que el tema “mexicanos en los Estados Unidos” está más en discusión que nunca.