Italia aprobará la unión homosexual

Sociedad

El proyecto fue aprobado por el Senado, con restricciones para la adopción. En 2 meses se votará en Diputados, donde se descuenta su sanción definitiva, por existir mayoría oficialista. Italia será el país 22 en tener casamiento gay. Argentina fue pionera en la materia.

 El senado italiano dio ayer media sanción al proyecto de ley de unión civil para personas del mismo sexo tras una larga discusión que llevó al oficialista Partido Democrático (PD) a jugar la carta de la “fiducia” (confianza) para lograr su aprobación. 

El proyecto aprobado en la Cámara alta con 171 votos a favor sobre 244 totales fue largamente debatido en las últimas semanas y finalmente arribó al recinto sin su artículo más polémico, el que preveía bajo la figura de la “stepchild adoption” que las parejas gays pudieran, en ciertas circunstancias, adoptar al hijo biológico de uno de los cónyuges. 

Tras la aprobación de las modificaciones, la ley será sometida en unos dos meses a votación en la Cámara de Diputados, donde el jefe de gobierno Renzi goza de una mayoría sólida. “Este día pasará a los anales de la historia de Italia”, anunció satisfecho Renzi. 

El texto ratificado ayer, impulsado por la oficialista Mónica Cirinna y para el que al PD le bastaban 123 votos a favor, tampoco obliga a las parejas homosexuales a mantener fidelidad en la unión, al tiempo que establece un período obligatorio de tres meses de reflexión en caso de que una de las partes solicite el divorcio, un requisito no establecido para heterosexuales. 

De todas formas, el proyecto sí otorga el derecho de la herencia y el de usar un apellido en común a las parejas gays, además de otras equiparaciones con el matrimonio heterosexual, como los derechos de herencia. 

Antes de la votación, la influyente ministra de relaciones con el Parlamento, María Elena Boschi, pidió que se votar con “fiducia” (confianza), una carta del Gobierno para reforzar su apoyo atando su suerte a la aprobación de la ley. Para lograr el número necesario, el PD recurrió a una alianza con su aliado en el gobierno, el grupo Nueva Centro Derecha, en el que revista el ministro del Interior Angelino Alfano, uno de los más férreos opositores a la adopción en las parejas gays. 

“Ha sido un bello regalo a Italia haber impedido que dos personas del mismo sexo tuvieran la posibilidad de tener un hijo. Hemos impedido una revolución contranatura y antropológica”, festejó Alfano minutos antes de la votación. En el otro extremo de la coalición de gobierno, el senador de la minoría del PD Roberto Speranza respondió que “la única cosa contranatura de estos días ha sido el oscurantismo de los que no quieren reconocer la igualdad de los derechos de las personas”. 

Durante la discusión, Boschi afirmó que “el regalo a Italia es decir que no hay ciudadanos de serie B. Y esta ley va en la dirección justa”. Más cerca de esta postura, Renzi agregó antes de la votación que se trata de “un paso adelante muy significativo”, y destacó: “Puede que no sea el mejor texto respecto al esperado, pero pudiendo elegir entre nada o un poco, es mejor aprobar esta ley”. 

Críticas de ONGs gays
Organizaciones civiles y de homosexuales que apoyaban el texto original y se habían movilizado en forma masiva a fines de enero para respaldarlo, criticaron fuertemente los cambios que facilitaron su aprobación. 

Así, mientras mantiene vigente la convocatoria a la marcha de repudio a la nueva norma para el 5 de marzo por considerarla “inadmisible”, Marilena Grassadonia, presidente de Familias Arcoiris, aseguró que “en 2016 pensar que un estado en el que Europa puede hacer una ley de unión civil sin garantizar los derechos de los niños es inconcebible”. 

Del otro lado, la iniciativa tuvo el rechazo de asociaciones católicas, mientras mantuvo la posibilidad de adopción, aunque luego moderaron su postura luego de los cambios introducidos por el oficialismo y tras las palabras del papa Francisco sobre su “no intromisión” en la política italiana. 

En esa línea, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, aseguró que “no se puede igualar unión civil a matrimonio, que son dos disciplinas completamente distintas, han trabajado lo más posible para evitar esto”. “De ninguna manera un matrimonio entre dos hombres”, agregó el cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que pidió a los políticos “respetar la naturaleza humana sobre la que no son los maestros”.

 

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