La posible adhesión de Chaco al Protocolo Antipiquete

Politica

Chaco y La Rioja fueron los únicos representantes de la reunión del Consejo de Seguridad del Interior que no firmaron el Protocolo antipiquetes que impulsa la Ministra Patricia Bullrich. Misiones y Neuquén, posteriormente, anunciaron que difícilmente se adhieran a esta medida que genera polémica desde el vamos. Sin embargo, en una entrevista Radial, Domingo Peppo anticipó que trabajará en una ley para adecuar el mencionado protocolo para la provincia del Chaco.

Cuando TN24 dio a conocer esta intención de Peppo, sorprendió a más de uno las voces a favor que tuvo la intención del gobernador de adherirse al Protocolo Antipiquetes.
Según esta nueva modalidad, el estado busca tomar el toro por las astas en las protestas sociales, pero así como está planteado el tema, resulta peligroso.
Los cortes se dividirán en dos: programados y espontáneos.
En los programados, los manifestantes deberán comunicar con anterioridad que pretende realizar un corte de calle. En tal caso podría ser autorizada con ciertos criterios específicos como zona de protesta y duración de la movilización.
En otras palabras, será el estado quien “programará” la protesta social.
En el segundo caso, la situación es más complicada, ya que ahí se habilita a las fuerzas de seguridad a actuar. «tanto las fuerzas de seguridad federales, provinciales, y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en sus respectivas jurisdicciones, deben garantizar la libre circulación de personas y bienes».
Se establecerá un espacio de negociación entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes para que cese el corte y se dará aviso a la justicia.
Una vez concluida la negociación, el jefe del Operativo de Seguridad impartirá la orden a través de altoparlantes, megáfonos o a viva voz, que los manifestantes deben desistir de cortar las vías de circulación de tránsito, deberán retirarse y ubicarse en zona determinada para ejercer sus derechos constitucionales, garantizando siempre la libre circulación.
En el caso de que los manifestantes no depongan su actitud, el jefe del operativo pondrá en conocimiento del magistrado competente y se procederá a intervenir y disolver la manifestación. Para ello, las instrucciones de la autoridad policial se harán por medio de frases cortas y claras.
Eso sí, el protocolo establece que toda la actividad debe estar filmada por las fuerzas públicas en caso que la justicia requiera las filmaciones.

MUY PELIGROSO
Volviendo al principio, llama la atención que tantos chaqueños se hayan alzado a favor de esta medida, sobre todo porque la protesta social nació mucho antes del kirchnerismo, por supuesto, pero fue entre el 2003 y 2015 donde los movimientos tuvieron un reconocimiento que nunca antes le dieron. En el Chaco, claramente la situación también fue así y muchos piqueteros se transformaron en cooperativistas que construyen casas y trabajan por el bien de su comunidad.
Lo que está implícitamente oculto, es que de este modo se cercenará el derecho a reclamar lo que a cada ciudadano corresponde. Debe mirarse más allá de los movimientos sociales –que en rigor hicieron uso y abuso de los cortes de calles- porque alcanzará a los docentes, estatales, judiciales, empleados legislativos, municipales, etc. que reclaman y hacen saber que están siendo perjudicados con la protesta en la calle.
Supongamos que los docentes, a quienes se les ofreció un irrisorio 10% de aumento, deciden como siempre reclamar saliendo a las calles y rutas de cada ciudad del Chaco ¿sería justo que no se les permita hacerse oír de algún modo? O peor ¿Estaría bien que se los reprima por no ceder en su lucha?
Insistimos, es una medida peligrosa que mal manejada traerá consecuencias nefastas.

CUATRO GATOS Y UN CARRO
La principal excusa de quienes avalan esta medida en la provincia es que “cuatro gatos locos, cruzan un carro y cortan la calle, reclamando porque a uno no se les pagó una beca”. Molesta esto, está claro. Molesta que corten el puente Chaco-Corrientes. Molesta que corten las rutas. Molesta, es verdad.
Pero en primer término no debe mirarse a esos “cuatro gatos locos”, sino a la realidad que viven cada una de esas familias, que están ahí por promesas incumplidas de alguien que les prometió el oro y el moro a cambio de un voto, de que los acompañen en una protesta, de que participen de un acto político… y cientos de dequeísmos más.
Días atrás hubo cortes de calles en varios lugares de Resistencia cansados por los reiterados cortes de suministro eléctrico. En muchos casos, familiares de personas enfermas que necesitan más que otros de la luz. Esas personas ¿reclamaban sin derecho o era justo lo que pedían? Bueno, con este protocolo, ellos también podrán ser reprimidos.

NO HAY GENTE PREPARADA
Un dato no menor es que quien estará a cargo en la provincia de “hacer deponer a los manifestantes de su protesta cortando calles” es la Policía del Chaco.
Un solo ejemplo, un solo nombre, podría servir de ejemplo de lo que espera con este protocolo: Ángel Verón, quien reclamaba en la ruta y fue salvajemente golpeado por efectivos.
La policía desmiente que haya muerto por sus golpes, la familia de Verón asegura que murió por los golpes. Está la duda aún de porqué murió.
De lo que no queda ninguna duda, de ninguna de las partes, es que Ángel Verón fue salvajemente golpeado por la Policía. Aventuramos que no será el último caso en la provincia.

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