El argentino es sometido a un tratamiento para terminar con las piedras en el riñón que le hicieron perderse la semifinal del Mundial de Clubes. No jugará el miércoles ante Valencia
El futbolista argentino fue ingresado en la clínica Dexeus de Barcelona, donde llegó acompañado por su esposa Antonella, para resolver sus dolores renales, un problema que arrastra desde el Mundial de Clubes de diciembre pasado y que nuevamente le produjo cólicos en las últimas horas, lo que le impidió entrenarse este lunes con sus compañeros.
Debido a este problema de salud, Lionel Messi estuvo ausente del duelo ante el Guangzhou chino y solamente disputó la final frente a River Plate en Japón, partido en que convirtió el gol que abrió el marcador.
Para deshacerse por completo de las piedras en sus riñones, el delantero argentino será sometido a una litotricia, un tratamiento con ondas de choque para disolver sus cálculos renales y eliminarlos, en el mejor de los casos, naturalmente por la uretra.
La intervención consiste en destruir pequeños cálculos renales con tecnología láser, para facilitar la expulsión a través de la orina. La extracción final puede producirse de forma natural aunque también puede inducirse a través de una sonda.
Este tipo de prueba o tratamiento suele tener una duración cercana a los 60 minutos y, habitualmente, se anestesia al paciente para evitar las molestias habituales. Por fortuna, Messi podrá regresar a su casa este mismo martes y hacer vida normal.
La estrella culé no podrá jugar este miércoles ante el Valencia en Mestalla, donde el Barça afrontará el partido de vuelta de las semifinales de Copa del Rey. En el duelo de ida se impuso por 7-0 en el Camp Nou. Se espera que vuelva a jugar el próximo domingo en Liga española ante el Celta de Vigo.
