Reparar el resonador magnético del Posadas cuesta más de 45 mil dólares

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Una silla de ruedas terminó incrustada dentro del aparato y por el momento no puede ser usado. Calculan que el arreglo tardaría al menos dos semanas. En el lugar se practican 30 resonancias por día. Creen que fue un sabotaje


Miles de personas en el oeste del conurbano bonaerense se vieron seriamente afectadas por un lamentable episodio ocurrido en el Hospital Posadas: una silla de ruedas se incrustó en el único resonador magnético que tiene el sanatorio y por ahora, los 30 estudios que se practican por día en ese lugar tuvieron que ser suspendidos.

«Nosotros hacíamos 30 resonancias por día y ahora tenemos que buscar a qué lugar vamos a enviar a esos pacientes», dijo el director del hospital, Alberto Díaz Legaspé, quien denunció que el complejo aparato médico fue víctima de un sabotaje. Lo cierto es que mientras se investiga internamente qué fue lo que ocurrió para determinar las responsabilidades, lo más urgente es arreglar el daño.

Según informaron desde el hospital, reparar el resonador puede costar más de 45 mil dólares y volvería a funcionar correctamente dentro de unas dos semanas.
Tras la rotura del resonador, se abrieron sumarios internos para determinar quién tuvo la responsabilidad en el hecho. Díaz Legaspe dijo que el hecho ocurrió el domingo pasado. Se trata de un supuesto accidente que se suma a una serie de «casuales» daños: roturas simultáneas de ascensores, de refrigeración de medicamentos, de aires acondicionados.

Según el médico, expertos del hospital sostuvieron que el aparato normalmente no absorbería una silla de ruedas en el piso y que para que esto ocurriera, debió hacerse una maniobra «muy torpe» para ponerla a menos de un metro de la entrada del equipo.

«La gente que manejaba el resonador ese día es gente veterana que sabe manejarlo. Cualquiera que se ha hecho una resonancia sabe que no puede entrar con metales, ni siquiera con un anillo. Además hay un cartel en la puerta que lo advierte. Encima, la silla de ruedas tiene que estar a menos de un metro para que sea absorbida y nadie la paró ni la sacó», afirmó.

«Hay varias versiones, y quiero esperar la finalización del sumario. Los médicos residentes no tienen nada que ver en el resonador. Ahí hay un técnico responsable y un médico radiólogo», aseguró. «Esto difícilmente pueda pasar por causas de uso normal», explicó el director.

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