Mientras el INDEC se prepara para relanzar el nuevo índice de precios, las estimaciones privadas y las de la Ciudad de Buenos Aires y San Luis, constituyen la referencia para medir el impacto de la suba de precios en los bolsillos.
El Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), señaló que la inflación promedio ponderada del primer mes del año «llegó al 2,76 % en el segmento C3D, que incluye a más del 75% de los asalariados, y al 2,93 % sobre los sectores de menores recursos».
El informe resalta que si bien los datos muestran una desaceleración de los precios con respecto a diciembre del 2015, «los índices marcan un incremento interanual de más del 0,5 % respecto al mismo mes del año pasado».
Para INDECOM, «el sondeo revela que las subas se registraron fundamentalmente por el carácter especulativo que comparten los canales de comercialización y las industrias».
Miguel Calvete, presidente del instituto de estadísticas de consumo explicó que la medición se realizó sobre un total de 77.964 tickets de compras realizadas desde el 2 de enero hasta el 31 de ese mes en cadenas de grandes supermercados, almacenes, bocas de proximidad y autoservicios chinos, evaluando el movimiento de precios de 253 productos de la canasta básica, incluyendo alimentos, bebidas, higiene personal y artículos de limpieza.
El referente del supermercadismo de proximidad explicó que «el informe también sacó a la luz la cadena de responsabilidades que causaron esas subas durante los últimos 120 días». En ese sentido, destacó que «los incrementos fueron generados en un 32.5 % desde el ámbito industrial y en un 67,5 % por la especulación de los diferentes canales de comercialización, siendo más notables las subas en rubros tales como carnes, artículos de limpieza, verduras y almacén o productos secos».