Los secuestros lo realizaron efectivos de Investigaciones. El arma de fuego la pretendían vender en la calle dos masculinos, que la abandonaron para huir de los investigadores. En tanto los cartuchos fueron hallados durante un allanamiento.
En horas de la siesta de ayer, el personal de la División Investigaciones, procedió al secuestro de un arma de fuego, que fue arrojada por dos masculinos dentro de una bolsa. Los fugados la ofrecían en la calle para su venta.
Cerca de las 14.30, en la unidad policial se recibieron varios llamados anónimos, los cuales alertaban que en el barrio Sargento Cabral, se encontraban dos masculinos a bordo de una motocicleta ofreciendo un arma de fuego para la venta.
En forma inmediata, se constituyeron al lugar, realizando recorridas por donde fueron vistas estas personas, no logrando en primera instancia dar con ellos, pero luego de varios minutos, observaron a dos jóvenes, que coincidían con las características físicas brindadas por los informantes, por lo que decidieron acercarse a estos, pero los individuos al notar la presencia policial, emprendieron sus fugas a bordo del rodado en que circulaban, siendo seguidos por la prevención, hasta que en intersección de las calles Ayacucho y Quebracho, arrojan un bolsa plástica color blanca, perdiéndose de vista.
Seguidamente, se regresó al lugar donde arrojaron el bulto, constatando que en su interior se encontraba un arma de fuego calibre 22 color gris, sin marca ni numeración visible, con tres cartuchos en recamara, siendo incautado baja acta respectiva. Se prosigue con las diligencias de rigor a fin de lograr la captura de los evadidos.
En tanto, luego de reiteradas denuncias recibidas, en las cuales se mencionaban que en una finca ubicada en calle Sarmiento al 500 estimativamente, un grupo de jóvenes se reunían todas las noches y que en horas de la madrugada efectuaban disparos de armas de fuego; ayer se procedió a allanar el domicilio sindicado, logrando el secuestro de 18 cartuchos marca Orbea, calibre 16 y una vaina servida, siendo el propietario de la casa, notificado de las actuaciones judiciales de rigor, continuando en libertad a ulterior resolución de la causa.