El ex jefe de Inteligencia reveló esa hipótesis en su ampliación de la declaración testimonial ante la Justicia
El ex director General de Operaciones de la SIDE, Antonio «Jaime» Stiuso aseguró en su declaración testimonial que el presunto asesinato del ex fiscal de la AMIA Alberto Nisman pudo estar a cargo de «militantes de Quebracho y del sector piquetero ultra K liderado por Luis D’Elía con apoyo iraní».
El dato, publicado hoy en el diario Clarín, coincide con el temor que tenía Nisman de sufrir un atentado o un ataque por la agrupación de izquierda que encabeza Fernando Esteche, y a raíz del cual le pidió un arma prestada a su colaborador y técnico informático, Diego Lagormarsino.
Las revelaciones del ex espía más poderoso del país se extendieron durante 16 horas el lunes por la madrugada. Ese día, fuentes judiciales revelaron a Infobae que el ex jefe de Inteligencia de Néstor Kirchner y gobiernos anteriores contó a la jueza Fabiana Palmaghini que a Nisman lo mató «un grupo vinculado al Gobierno» kirchnerista.
El ex colaborador de Nisman en temas de terrorismo internacional aseguró que después de la muerte de Néstor Kirchner, Cristina Kirchner los llamó a él y al ex fiscal de la AMIA para que «dejaramos de investigar la pista iraní en la causa por el atentado». Por no obedecer, le costó que «lo echaran de la SIDE» y que «Nisman terminara como terminó». Además, reveló que la inteligencia iraní tiene la capacidad de cometer asesinatos por más custodias que tenga el objetivo.
El rol de los acusados
Quebracho es una organización política muchas veces vinculada con actos de violencia y vandalismo callejero. Al igual que D’Elía, en la investigación de encubrimiento por atentado a la AMIA que armó Nisman contra Cristina Kirchner, quedaron de manifiesto los vínculos económicos y políticos – una suerte de «embajada paralela»- que mantenían con Irán, los principales acusados sobre el atentado en la mutual judía.
Antonio Stiuso volvió al país para ampliar su declaración testimonial en la causa que busca el esclarecimiento de la muerte de Nisman. Su testimonio dio a lugar que la jueza Palmaghini pidiera delegar la investigación al fuero federal, uno de los reclamos de la querella.
En su denuncia por encubrimiento de los cinco iraníes acusados por el atentado, Nisman había destacado que el jefe de Quebracho y el ex subsecretario de Vivienda para el Hábitat Social viajaron por lo menos tres veces a Irán y que el primero habría recibido financiamiento iraní para su organización. Además, en las escuchas telefónicas, Esteche se adjudica junto referente iraní Yousuf Khalil en la Argentina de ser la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán, que fue declarado inconstitucional por la Justicia.
Esteche se defendió de la acusación de Jaime Stiuso en contra de su organización y la calificó de «una fantasía formidable, muy difícil de creer», cuyo objetivo es «armar el cuentito para llevarse puesta a Cristina» Kirchner. «Ha quedado claro que es una operación política. Terminamos siendo los imputados posibles por el nivel de estigmatización», sostuvo el referente de Quebracho en radio Del Plata, quien aclaró que se presentará ante la Justicia.
Cristina Kirchner y Alberto Nisman se enfrentaron por las diferencias que mantenían sobre el presunto rol que habría tenido el gobierno de Irán en el atentado a la AMIA.
Luis D’Elía, otro de los dirigentes mencionados por Stiuso en su testimonial, también rechazó lo formulado por Stiuso en su reciente declaración testimonial. «Esto no se sostiene en lo más mínimo y le baja el precio a la operación que intentan hacer», declaró por la misma emisora.
De acuerdo a la visión del piquetero kirchnerista, detrás de la reaparición de Stiuso se encuentra el presidente Mauricio Macri, quien montó un «operativo» con el objetivo de «encarcelar a Cristina Kirchner» y «presentarse ante la comunidad internacional como el gran macho de que vino a ordenar el continente».
De esta manera, tanto Esteche como D’Elía descansaron en la pelea que mantuvieron Stiuso y Cristina Kirchner en el último tramo de su gobierno, y el posible interés del ex espía en tomarse revancha en su regreso al país, ya que la ex Presidente lo desplazó de su cargo en la ex SIDE tras la muerte de Nisman.