El presidente de la Nación, Mauricio Macri, afirmó «no queremos que haya más impunidad en la Argentina» durante una entrevista brindada a medios nacionales y provinciales, y además aseguró que «cada medida que yo tomé desde que arrancamos es para los trabajadores».
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Macri evitó responder si es posible que ex funcionarios vayan a prisión por casos de corrupción. «Esa pregunta se la tenemos que hacer a otro poder que no es el Ejecutivo» indicó, pero destacó: «Queremos que sepan que desde el Ejecutivo no vamos a correr jueces, no vamos a perseguir a nadie. Les vamos a dar la información que necesiten pero la tarea es de los jueces, no del Presidente».
También afirmó: «Yo no puedo avanzar sobre otro poder. Sí les puedo decir que no queremos que haya más impunidad en la Argentina». Y agregó: «Mi aporte es que si algún funcionario mío se equivoca, yo le pido a los jueces que no esperen 15 años, que termine mi gobierno (sino) que arranquen la investigación ahora y yo les voy a ayudar. Si llego a la conclusión antes que ellos, los voy a echar. Así debe funcionar».
El presidente rechazó con énfasis que las medidas económicas adoptadas durante los primeros 100 días de su gobierno no hayan favorecido a los trabajadores: «Todas las medidas que tomamos fueron apuntando a que esa máquina que es el trabajo, se ponga en marcha. Cada medida que yo tomé desde que arrancamos es para los trabajadores» señaló Macri, y remarcó también que «todos queremos que ir más rápido, pero hay que se prudentes».
Explicó entonces que «el camino de la generación de empleo no es inmediato, es un camino de pequeños pasos».
Ponderó el anuncio del «aumento de la Asignación Universal por Hijo que este Estado fallido no los detectó» y no descartó «mejorar la asignación familiar por hijo a un millón de personas más».
Macri evaluó como «preocupante» la suba de precios, distorsión que le adjudicó a la administración de Cristina Fernández al afirmar que «es culpa de un gobierno que administra mal, que gasta más de lo que tiene, más de lo que debe. Entonces, recurre a la maquinita de hacer billetes y llena de billetes a la sociedad».
Sin embargo, asumió el desafío de ser el gobierno que resolverá el problema de la inflación y advirtió que «si la inflación no baja es culpa mía, no le voy a echar la culpa a otro». Y pronosticó que en el segundo semestre «cuando se hayan normalizados los precios, cuando hayamos salido de los problemas mayúsculos, las cosas se van a ir normalizando».
El Presidente recordó que «me he comprometido como gobierno a no mentirles, a tener estadísticas fiables y empezar a demostrar que poco a poco vamos a ir gastando lo mismo que hacés vos, que vivís con tu sueldo, que no gastás el doble, porque después la tarjeta te mata, te cobra un interés que te arruina», puso como ejemplo.
En otro tramo de la entrevista, Macri dijo que la Argentina no tiene una Secretaría de Defensa de la Competencia «que vaya en serio al fondo para que no haya oligopolios». Y abogó por «un Estado en el siglo 21 que trasparente la información».
Sobre la situación del Indec y el avance en la conformación de un Índice de Precios al Consumidor, admitió que el Estado «no tiene sistema de información para poder chequear esos temas», en relación a la remarcación de precios, y sentenció: «La Argentina no puede estar un año sin publicar el indice de precios» como sugirió la ex funcionaria Graciela Bevacqua.
En ese tramo se mostró confiado en que para «abril o mayo» pueda haber un índice nacional de precios que «puede llegar a no ser perfecto al principio -admitió- pero lo iremos mejorando».
Si bien los principales temas tratados fueron sobre las políticas aplicadas en los primeros 100 días de gobierno, Macri también fue consultado sobre un plano personal cuando le preguntaron si era cierto el rumor de que volvería a ser padre. «No», respondió de manera contundente y cuestionó: «No sé de dónde salen esas cosas».
El mandatario también respondió sobre el alcance del plan de reforma del Estado del ministerio de Modernización a cargo de Andrés Ibarra. «El éxito de la Argentina de mañana es que tengamos un Estado del siglo XXI», afirmó y detalló: «por eso propongo un camino de reconversión que tal vez va a llevar más que los 10 años en los que se ocasionó este daño».
Y sobre las cuestionadas cesantías en la administración pública, Macri explicó que «tan solo fue corregir, sobre un universo de 20.000 empleados públicos que entraron en los últimos 10 minutos, sin concurso, sin legitimidad, para acomodar de último momento un poco más de militancia política».
Consideró, además, que la magnitud de los despidos «es nada respecto de la distorsión que tenemos hoy», en una planta de empleados públicos que «supera el millón y medio».
A la hora de dar definiciones sobre la modificación de las escalas del Impuesto a las Ganancias, una de las principales demandas de los diferentes sectores gremiales, Macri reiteró que los cambios deben debatirse en el Congreso. «Va por ley» sostuvo.
«Todos querríamos ir más rápido» analizó. Y aseguró que con los cambios ya introducidos «millones de argentinos van a mejorar sus ingresos entre un 9 y un 22 por ciento cuando se liquide marzo».