El mexicano Waldo Mares Parra era uno de los más buscados por Interpol. Finalmente, la misma red social a través de la cual pudo conocer a su víctima, fue también la que marcó su caída. Después de dos meses, lo detuvieron en Ecuador por conectarse a Facebook.
Está acusado por el femicidio de Griselda Noemí González, una maestra de 39 años. González, separada de hecho de su esposo, lo conoció por la red social y después de cuatro meses quiso conocerlo. Entonces, le pagó los pasajes para que viniera a visitarla. «Estaré a tu lado te amo y el martes x fin estaremos frente a frente», publicó Mares Parra en su muro.
Vino y se instaló en un departamento que ella le había alquilado en Francisco Alvarez. En ese mismo departamento, la encontraron estrangulada. La autopsia determinó más tarde que la muerte se produjo por «asfixia mecánica manual».
Los datos aportados por la hija de la maestra y por una tía de la víctima sobre el hombre al que había conocido, alcanzaron para que el fiscal pidiera la inmediata detención del sospechoso. La investigación lo siguió hasta Uruguay. Después, le perdieron el rastro hasta que finalmente fue ubicado en Ecuador.
