El país amaneció con un fuerte temblor tras el sismo que el sábado pasado dejó un saldo de al menos 525 muertos. Es la peor réplica registrada en los últimos tres días. No se informó de daños por el momento
Un nuevo temblor golpeó Ecuador el miércoles de madrugada, alcanzando una magnitud de 6,1 en la peor répica que sufre el país tras el letal terremoto del sábado que dejó más de 500 muertos. No se informó de nuevos daños en un primer momento.
El servicio geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) situó el epicentro del temblor en el mar, 25 kilómetros al oeste de Muisne, a las 3:33 de la madrugada, hora local. La réplica más fuerte hasta ahora había alcanzado una magnitud de 5,7.
Los ecuatorianos han empezado a enterrar a los muertos del terremoto, mientras se desvanecían las esperanzas de encontrar a más sobrevivientes.
En la pequeña localidad de Montecristi, cerca del puerto de Manta, había dos niños entre los enterrados el martes. Al igual que su madre, murieron el sábado por la noche cuando compraban material escolar y los sorprendió el terremoto de magnitud 7,8.
El funeral tuvo que celebrarse en el exterior bajo una carpa improvisada, porque la Iglesia Católica del pueblo sufría daños estructurales y no era segura. Los familiares lloraban y un hombre se desmayó cuando se colocaron los ataúdes de los niños en la cripta.
Las escenas de luto se repetían en la normalmente tranquila costa ecuatoriana del Pacífico, donde el terremoto allanó pueblos y mató a cientos de personas. Las funerarias se quedaban sin ataúdes para acomodar a tantas víctimas, y los gobiernos locales pagaban para traer ataúdes desde otras localidades.