El ex marido de Karina Jelinek, sospechado de ser el «valijero» de Lázaro Báez, declaró prácticamente durante todo el día de ayer. Pidió estar bajo la ley del arrepentido y el juez Casanello decidió el secreto de sumario.
Leonardo Fariña declaró ayer ante el juez Casanello en los tribunales de Comodoro Py, en la causa que investiga “La ruta del dinero K”, y por la que están detenidos él, Lázaro Báez y el contador Daniel Pérez Gadín. Lo saliente de la jornada fue que Fariña comprometió por primera vez a la familia Kirchner, inclusive dijo que se reunió con Néstor y Cristina en Olivos.
Acogido bajo la ley del arrepentido, Fariña “prendió el ventilador”. El hombre del rodete aseguró haber estado con Néstor Kirchner y Cristina Fernández en la quinta presidencial y pidió también que para comprobarlo hagan pericias en los teléfonos para dejar en claro la veracidad de sus dichos. Por primera vez, el detenido nombra a los ex mandatarios y los ubica como partícipes del lavado de dinero, según aportes de informativos de fuentes judiciales.
Su declaración indagatoria -que duró casi todo el día- incluyó nuevamente el nombre de Lázaro Báez, sumó un número de teléfono con el que se comunicaban y también involucró a Julio de Vido, actual diputado nacional, y Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.
Los dichos de Fariña, además, expusieron a una mujer que sería testaferro de Lázaro Báez y sería eso lo que permitiría que integre el sector de arrepentidos.
A raíz de lo que dijo ante Casanello, el juez dispuso una serie de allanamientos en propiedades relacionadas a Lázaro Báez e inmediatamente decidió el secreto de sumario y medidas de seguridad para proteger a Fariña.
En el mismo lugar, declaró también Fabián Rossi (ex marido de Iliana Calabró), a quien se lo ve claramente en los famosos videos de la financiera “La Rosadita” contando millones de dólares, euros y pesos junto a Martín Báez, hijo de Lázaro. Rossi reconoció haber contado el dinero, pero aseguró haberlo hecho solamente para ayudar a sus compañeros de trabajo y dijo no conocer a Lázaro Báez ni tener ninguna relación con él como tampoco haber creado empresas fantasmas en Panamá.
Ahora, el juez deberá decidir qué hace con los detenidos: procesarlos o dejarlos en libertad por falta de mérito. Lo cierto, es que Fariña aportó pruebas, y las mismas deberán ser evaluadas por la justicia.
