Había desde municiones de distinto tipo hasta granadas lacrimógenas encargadas por la Policía de Neuquén. También hallaron indicios de cómo sería el circuito ilegal.
Luego de que el Ministerio de Defensa denunciara el faltante de municiones de Fabricaciones Militares (FM), la Justicia realizó un allanamiento a la planta que la empresa estatal tiene en Fray Luis Beltrán, en Santa Fe, en el que se detectó la existencia de un arsenal sin declarar. Los investigadores secuestraron documentación que probaría cómo sería el circuito diseñado para desviar parte de la producción hacia el mercado ilegal.
en el depósito sin declarar había cartuchos calibre 12.70 que se usan para escopeta, balas .38, municiones 7.62 -de FAL-, morteros y espoletas activos, y granadas lacrimógenas que habían sido solicitadas por la Policía de Neuquén.
Una de las cosas que captó la mirada de los investigadores es la ubicación del galpón, que era un viejo garaje abandonado: está una punta del predio de 100 hectáreas, a pocos metros de un alambrado. «Cualquiera podría haber cortado el alambre y robado lo que había en el depósito», graficó una fuente que participó del operativo.
Entre otras cosas, la Justicia secuestró los libros del Renar –todas las fábricas de armas y municiones deben tenerlos–, algunos de los cuales estaban sobrescritos sin salvar, y otros que estaban duplicados pero en blanco. También se llevaron remitos de la AFIP usados para fines que no estaban autorizados, con fechas que no coinciden entre sí y también duplicados.
El operativo ordenado por el juez federal Marcelo Bailaque confirmó lo denunciado por el ministro de Defensa, Julio Martínez: la existencia de un canal paralelo de fabricación y venta de la producción de Fabricaciones Militares. Una auditoría que el funcionario ordenó a poco de asumir detectó que faltaban más de 9 millones de fulminantes de municiones .9 y 1,7 millones de fulminantes para cargas de FAL, así como 750 mil proyectiles para FAL sin declarar.
Parte de ese material denunciado como desaparecido de Fray Luis Beltrán fue hallado también sin declarar en otra planta de Fabricaciones Militares, la de Villa María, en Córdoba. En concreto, detectaron fulminantes y unos 24 mil kilos de pólvora.
Lo que más llamó la atención es que en Villa María se fabrica pólvora, por lo que el envío desde Santa Fe no tendría sentido. Por eso, los investigadores creen que esa triangulación se podría haber usado para hacer desaparecer material y venderlo en el mercado ilegal.
De hecho, el propio ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, denunció que muchas armas secuestradas en la provincia tienen el sello de FM, como las granadas antitanques que las autoridades encontraron hace unos días en el baúl de un auto en el que viajaban dos jóvenes de 18 y 22 años.
Por ahora, no hay funcionarios implicados en el expediente, aunque el fiscal Mario Gambacorta ya delimitó los delitos a investigar: malversación de fondos públicos, peculado y abuso de autoridad.
Fabricaciones Militares estuvo controlada por La Cámpora desde comienzos de 2011, cuando Santiago Rodríguez fue nombrado interventor de la empresa, que tenía un presupuesto similar al de todo el Ministerio de Defensa, y que durante su gestión pasó de ser superavitaria a tener un déficit superior a los mil millones de pesos.