El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, afirmó hoy que si el Gobierno acepta finalmente la renuncia del juez Norberto Oyarbide se romperá este círculo de impunidad, al entender que los procesos de juicios políticos se sabe cómo empiezan, pero nunca cómo terminan».
«Siempre existe un riesgo, una situación incierta» consideró Garavano, ratificando su postura favorable a que el Poder Ejecutivo acepte la renuncia del magistrado, que acumuló más de 40 pedidos de juicio político en su contra.
En diálogo con radio Del Plata, Garavano rechazó la postura de quienes creen que la aceptación de la renuncia de Oyarbide provocaría una sensación de impunidad: «Es al revés, muchos jueces funcionales al poder de turno lo primero que hacen es negociar su impunidad a cambio de la del Gobierno para mantenerse en el cargo».
«El hecho de aceptarle la renuncia, saca de su función a Oyarbide y rompe este círculo de impunidad». También afirmó que la renuncia permitirá que el juez pierda los fueros y pueda ser juzgado por los jueces, y así darle satisfacción a lo que la gente reclama».
Sobre la investigación Panamá Papers, en la que aparecen varios dirigentes oficialistas vinculados a empresas off shore en paraísos fiscales, Garavano evaluó: «somos más los funcionarios que no tenemos cuentas que los que sí».
En este sentido, defendió al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, de quien se dijo que tenía una empresa en Panamá, al afirmar que aquel «vivió y trabajó en ese país, y esa sociedad no es offshore», dado que «tenía que ver con su actividad profesional de ese momento».