El fenómeno climático afecta a gran parte del área productiva de la República Argentina, y los pronósticos aseguran que la situación seguirá por un tiempo. Los cultivos de soja, maíz y la ganadería son los más afectados.
A raíz de las inundaciones que afectan al país desde finales del año pasado, empezaron a difundirse en las últimas horas cifras estimativas de las pérdidas en el sector agropecuario y ganadero de las zonas más comprometidas con el agua.
Desde el Campo aseguran que el déficit productivo rondará los 3 mil millones de dólares, afectando principalmente las cosechas de soja y maíz.
Un 5% de la cosecha inicial de soja quedó destruida, dicen los especialistas, lo que serían unos 2 mil millones de dólares menos de lo esperado al principio del cultivo.
Esta situación golpea de lleno no solo a los productores, sino también al Estado, que por retenciones tendrá 650 millones de dólares menos de lo que se esperaba.
Para el analista Gustavo López, “es muy probable que la cosecha de soja caiga 3 o 4 millones de toneladas”, mientras que para el consultor Pablo Adreani, “la producción será ahora de 55 millones de toneladas”. Es decir, una pérdida de casi 10%.
Sobre esta situación también se refirió el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, quien se mostró con mucha preocupación en Entre Ríos ante una posible caída de divisas por culpa de las inundaciones.
Al día de hoy se cosechó solamente un 15% del área sembrada de soja, debido a la dificultad de ingreso a los campos con las máquinas destinadas a dicha acción.
En lo que respecta al maíz, las pérdidas son menores y la producción ideal se mantiene en 25 millones de toneladas. Igualmente, la cosecha es lenta (apenas un 18%) y de continuar las lluvias -como indica el pronóstico- la situación seguramente se agravará.
En el ámbito de la industria láctea, más allá de no tener números de pérdidas, la producción bajó un 30% y mucha cantidad de materia prima tuvo que ser desechada ante la imposibilidad de trasladarla fuera de los campos.
La Federación Agraria (FAA), por su parte, aseguró que las inundaciones tendrán como consecuencia el cierre de tambos por la afectación en finanzas de una actividad que viene siendo golpeada con anterioridad.
Otro punto de suma importancia se relaciona con la ganadería. Aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad exacta de animales muertos, los augurios no son los mejores, especialmente en las zonas isleñas del delta del río Paraná.
Muestra de esto se da en el Mercado de Hacienda de Liniers, donde los precios incrementaron notablemente por la escasez de oferta que hubo en la semana.