La familia del empresario kirchnerista fue advertida en los últimos días para evitar que Lázaro entregue datos claves que puedan complicar a otros implicados en la causa por lavado de dinero.
Los días en la cárcel para Lázaro Báez parecen no tener fin. Mientras el empresario kirchnerista pensaba pasar, como mucho, una semana en prisión, su tiempo como recluso se extendió más allá de lo previsto y la presión en torno a él y su familia se acrecentó. Mientras allanan sus propiedades en Santa Cruz, otros implicados en la causa por lavado de dinero comenzaron a preocuparse. Saben que, así como cayó el zar de la construcción, ellos pueden ser los próximos.
La familia de Báez recibió amenazas en los últimos días. Más precisamente sus hijos: Luciana, Melina y Martín, que a través de constantes llamados telefónicos, fueron alertados con datos precisos sobre sus actividades.
Según informa diario Clarín, el propio Lázaro, desde la cárcel, se comunicó con su familia para pedirles que denuncien esta situación, la cual sería efectuada entre hoy y el lunes para conseguir protección del gobierno.
En las últimas horas, Martín Báez, volvió a recibir amenazas y fue avisado que irían tras sus hermanas y su padre, en caso de que este último revelara información clave sobre varios implicados en la causa.
A pesar de las amenazas, Lázaro hablaría para conseguir protección
Lejos de amedrentarse por las amenazas, Báez cree que colaborar con la justicia le daría blindaje a su familia. Por eso, revelaría su vínculo comercial con Néstor Kirchner, aportando información respaldada por documentos que le den valor a sus declaraciones.
