El manzanillo de arena o manzanilla de playa es un arbusto altamente venenoso que crece desde Florida hasta Colombia, encontrándose ampliamente en el Caribe y en las costas del Pacífico mexicano. Tiene el Record Guiness debido a su potencial mortal, por lo cual es llamado también “árbol de la muerte”. Tocar su tronco ocasiona quemaduras graves, de primero y segundo grado.
Tiene la apariencia de un manzano, sin embargo las pequeñas manzanitas verdes que da son altamente letales, a pesar de ser agradables al gusto y tener un exquisito olor. Si una persona las come, se le inflamarán las mucosas, se le cerrará la tráquea, le quemará el estómago, lo atacará una fiebre, todo lo cual puede causarle la muerte.
Incluso tocar su tronco ocasiona quemaduras graves, de primero y segundo grado, pues supura una leche que es corrosiva y causa ampollas e irritaciones severas. En caso de lluvia uno no puede resguardarse bajo su fronda, pues el agua que pasa por sus ramas se vuelve ácida y puede causar daños en la piel y dejar ciega a una persona si el veneno de la planta entra a sus ojos.
Incluso quemar su madera causa intoxicaciones. Tampoco es seguro que te eches una siesta bajo su sombra pues puedes aspirar su polen y sufrir las consecuencias.
La mayoría de las muertes que ha producido han sido en turistas incautos en el Caribe, que encuentran sus frutitas parecidas a manzanitas en la arena y las comen. Luego de 10 minutos sienten una inflamación virulenta y en ocasiones hemorragias masivas internas que llegan a matarlos.
Debido a sus propiedades toxicas, los antiguos habitantes de Caribe utilizaban su veneno para contaminar sus flechas. Asimismo debido al aspecto tentador de sus frutos, muchos de los primeros exploradores del Nuevo Mundo sufrieron las consecuencias. Incluso los nativos arrojaban ramas de este árbol a los pozos de agua de los conquistadores para hacerlos sufrir.
El parque botánico Lancetilla posee una de estas especies y explican sus cuidadores que la planta está en peligro de extinsión.