Esta vez, una mujer intentó darse a la fuga y su acompañante fue detenido tras intentar agredir a los efectivos policiales e inspectores de tránsito. Fueron secuestrados 18 automóviles y 36 motos por diferentes infracciones.
Si bien son hechos repetitivos, los mismos no dejan de ser noticia. Nuevamente la violencia se hizo presente en los controles de alcoholemia que lleva adelante el sector de Tránsito de la Municipalidad de Resistencia, la Policía del Chaco y la Guardia Urbana Comunitaria.
El fin de semana, específicamente durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, los controles se asentaron en la avenida Sarmiento y arrojaron un saldo de 18 autos y 36 motos en condición de secuestro por diferentes infracciones, pero principalmente por dar positivo en el test de alcoholemia.
Lo saliente de la jornada fueron las conductas de los infractores, que en algunos casos se atrincheraron en sus vehículos, otros intentaron darse -de manera fallida- a la fuga y también estuvieron los que buscaron agredir verbal y físicamente a las autoridades que se encontraban en el lugar.
Una situación con los detalles mencionados se dio, por ejemplo, en Sarmiento y la calle Don Bosco-Corrientes, donde una mujer que manejaba un Fiat 500 gris aceleró para evitar el control de alcoholemia. Ante esa maniobra, un móvil de la Guardia Comunitaria le cerró el camino y los inspectores la obligaron a descender.
La conductora mostraba señales de estar en estado de ebriedad, pero se negó a que le realicen el test. Seguidamente, uno de sus acompañantes comenzó a dirigirse en malos términos hacia la Policía, bajó del coche e intentó agredir físicamente a los uniformados, quienes finalmente lo hicieron caer al piso para luego detenerlo y trasladarlo a la Comisaría Segunda Metropolitana de Resistencia.