La tan temida interna dentro del justicialismo chaqueño, finalmente no se producirá. Los intendentes fuertes del interior fijaron posiciones, pusieron los puntos sobre las íes y le explicaron al jefe comunal de Resistencia que en el justicialismo “el que gobierna, conduce”. Ahora, seguramente Capitanich se abocará de lleno a su intención de ser el presidente del justicialismo nacional, para de este modo tener al menos un poco de injerencia sobre Peppo.
Editorial
El temor que tenía Capitanich a la hora elegir sucesor se está cristalizando, y haciendo cada vez más fuerte. El actual intendente de Resistencia –por entonces gobernador- prefería a Aguilar porque sabía que sobre él ejercería un control que con Peppo no iba a lograr. Claro, tampoco pensó que el nivel de “desobediencia” fuera tan alto.
En menos de un mes de gobierno, Peppo se plantó y anunció que no iba a permitir que se lo pase por encima, que la autoridad era él y que ni siquiera Capitanich podría interceder en su gestión.
El punto de quiebre fue el apoyo del gobernador a Macri con el conflicto con los holdouts, al que Capitanich se opuso e instruyó a sus diputados a que voten en contra de la norma que derogaría las leyes Cerrojo y de Pago Soberano. Vale aclarar que si bien a nivel provincial el intendente perdió todas las batallas con el villangelense (que cuenta con el apoyo incondicional del gustavismo), a nivel nacional la situación es favorable al Montenegrino, ya que logró poner en la lista a “su” gente: Analía Rach Quiroga y Lucila Massin. A esto debe sumarse que en el Senado cuenta con Aguilar y Pilatti Vergara, ambos afines al coquismo.
Quien transgredió la “orden” dada en el congreso del PJ fue Gustavo Martínez Campos, pero con un argumento al menos sólido, aseverando que el respondía al gobierno provincial, y que debía hacer lo que el gobernador le pedía, por eso se fue del bloque del Frente para la Victoria y acompañó la propuesta de Cambiemos.
Con este argumento y ante la decisión de que Peppo conduzca el partido, la mirada recaerá sobre los legisladores que no acompañaron al gobernador, que quedaron como opositores del gobierno que los llevó a estar ahí.
AL FRENTE DEL PARTIDO
Ante este escenario, este jueves el Consejo Provincial del Partido Justicialista eligió al actual Gobernador Domingo Peppo, como presidente.
En el acto, el gobernador fue diplomático con el presidente saliente y agradeció todo lo que hizo por el partido, asegurando –palabras más, palabras menos- que la decisión adoptada fue la correcta.
“Como partido hemos marcado lo que somos capaces de ofrecer. Hoy tengo la responsabilidad de continuar y de defender desde la concepción ideológica que tenemos. Desde ahí vamos a superar lo que llegue, circunstancias especiales, como tenemos hoy a nivel nacional. Les pido colaboración a los municipios para poder trabajar en todo lo que queda, con esfuerzo. Todos debemos sentirnos parte”.
Claro que esto último que dijo parece complicado si se toma en cuenta los primeros meses de gobierno, donde Peppo no puso objeciones a los requerimientos de Macri desde la Nación, algo que no fue bien visto por una importante porción del partido, entre ellos, Capitanich.
LOS INTENDENTES SE PLANTARON
Miles de versiones circularon en estas semanas acerca de la relación Peppo-Capitanich. Incluso de una reunión que se iba a desarrollar el pasado martes, que desde la prensa de ambos lados no trascendió (no quiere decir esto que no se reunieron, aunque no son de esquivar las cámaras ni los medios de prensa).
Si se conoció que Capitanich se reunió con Aldo Leiva y Claudia Panzardi en su despacho con este tema excluyente.
En esa reunión, Leiva –que siempre estuvo al lado de Capitanich y que será secretario del partido- le pidió al jefe comunal capitalino que de un paso al costado. Si bien es cierto de su boca nunca salió la palabra interna, sí se habló de este tema desde su entorno. Incluso, muchos justicialistas pedían que por favor enfrente a Peppo. Sin embargo, el sanmartiniano anticipó a “Coqui” que los intendentes iban a apoyar a Peppo y que perder la interna podría dejarlo mal parado. Asimismo, le recordó que en muchas ocasiones, Capitanich hizo suya la frase “quien gobierna, conduce”.
No es una locura el planteo que hizo Leiva. Es más, roza la obviedad. Es que el que está hoy sentado arriba de la caja es Oscar Domingo Peppo. Le guste a quien le guste esto es así; y si bien el gobernador no dio muestras de negarle recursos a nadie, ningún dirigente quiere aventurarse a pasar un mal momento por este tema que, consideran, estaba definido hace mucho.
Leiva, tras reunirse con Capitanich aseveró: “Nos vamos a encontrar con un peronismo unido, integrado por todos los sectores, sin exclusión de ninguna naturaleza, sin ninguna duda que va a reflejar la militancia, la historia de cada uno dentro del Movimiento Nacional Justicialista. Esta presentación que se va a hacer es una de las que más consenso ha tenido en estos últimos tiempos, producto del diálogo, de entender que tenemos responsabilidades importantes en cada uno de los municipios, en la provincia del Chaco, entonces tenemos que privilegiar el diálogo, el encuentro, fortalecer al partido y acompañar a la gestión porque si nuestra gestión anda bien seguramente los chaqueños en general también van a andar mejor”.
De este modo y con elegancia, Leiva evitó hablar de una interna que prometía dejar secuelas, y que se evitó por la cintura política de quienes están al frente del partido hace varios lustros.
CONTRA EL ENDEUDAMIENTO
Otra de las novedades de esta semana se dio en la Legislatura chaqueña. Más bien, la dio el Frente Grande, que anunció que no acompañará el endeudamiento que pretende Peppo “A ciegas”.
Para muchos, el Frente Grande en la Cámara es solo un voto. Sin embargo, para que se apruebe lo que Peppo considera clave para la gobernabilidad, es necesario contar con 2/3 del cuerpo. Es decir, necesita de todos los peronistas y aliados y al menos un diputado de la oposición.
Peche, en la misma sintonía que el comunicado del Frente Grande, anticipó que “No es saludable adquirir una deuda para pagar otra deuda”.
Ante este panorama, ya parecía complicada la situación para que esta norma se apruebe, más se enreda la cuestión si tampoco Trabalón acompaña la iniciativa.
Sin dudas, el gobernador deberá trabajar –y mucho- para lograr el consenso que le permita la ley que le dará alivio económico.