Resistencia y su eterno problema: el agua

Sociedad

A los chaqueños nos sigue faltando –al igual que al resto de los habitantes de Argentina- rebeldía a la hora de votar. Una clara muestra de ello es que en las anteriores elecciones para elegir intendentes ninguno de los candidatos de los partidos más poderosos esbozaron siquiera una propuesta respecto a que hacer con la ciudad cada vez que llueve, y así y todo se quedaron con más del 90% de los votos.En ese sentido, vale resaltar que el crecimiento demográfico que tuvo la ciudad en los últimos quince años nunca estuvo emparentado con las obras necesarias para que la ciudad no se transforme en una palangana cada vez que llueve un poquito. Menos aún, cuando las precipitaciones superan los 100mm en poco tiempo, dejando la ciudad en una situación caótica, incluso muchas horas después de la finalización de la lluvia.
Claramente, quien debe responder por esta situación, hoy, es Jorge Milton Capitanich, jefe comunal de la capital chaqueña, aunque en un obsceno comunicado de prensa el intendente reconoció que la situación no llegará, ya que se necesitan 1000 millones de pesos para obras que dejen atrás esta situación “Algo que es presupuestariamente imposible”, alegó.
Capitanich no miente respecto a este tema, tampoco mintió en su campaña, ya que nunca, nunca, nunca prometió darle algún tipo de solución a esta problemática que aqueja a miles de familias resistencianas, fundamentalmente a las más humildes.
Ni siquiera lo hizo el 27 de febrero de 2015, cuando retomó su cargo de gobernador tras su paso por la jefatura de gobierno, día que llovió incesantemente en Resistencia, dejando la ciudad bajo agua. Ese día era una oportunidad histórica para pegarle a Aída Ayala donde más le dolía: el desastre de la ciudad en los temporales.
No lo hizo. Algunos deslizaron la posibilidad de que no lo hizo porque no le gusta dar golpes bajos; pero lo cierto es porque siempre supo lo que se le vendría cuando sea intendente, y no quiso ser preso de sus acusaciones. Al menos esta vez lo hizo así.

MUNICIPIO CONTRA GOBIERNO
Lejos de hacerse cargo de la situación, el secretario de Ambiente municipal, Luis Casas, salió a desligar a la comuna por la situación, y aseguró que la inundación se dio al taponamiento de las lagunas y canales. La acusación no es del toda falsa, habida cuenta que es real el pésimo estado de los canales y lagunas existentes en la ciudad. Una muestra de ello es que la reciente inauguración del EASY en el predio del Hipermercado Libertad hizo que el organismo provincial limpie el canal que pasa por el frente del lugar, pero el mismo alcanza a una extensión minúscula y el resto sigue lleno de hojas y yuyos. De más está decir que con esta lluvia, el escurrimiento en la zona fue pésimo.
Pero la realidad es que en la ciudad la falta de obras pluviales es notoria, algo que de acuerdo a lo expuesto por Capitanich, no será resuelto en los próximos días.

CUATRO MESES
Desde el 10 de diciembre pasado, transcurrieron cuatro meses y 12 días desde que Capitanich reemplazó a Aída Ayala al frente del municipio más grande del Chaco.
Si tenemos en cuenta que desde el momento que Ayala perdió las elecciones a manos del montenegrino, dejó de gestionar, Resistencia está sumido en un abandono que hace que desde octubre, la ciudad esté más sucia, oscura y rota que nunca.
El plan de Capitanich de recolección de basura no funciona. Al menos en estos primeros meses, la situación empeoró. Incluso, existen varias encuestas respecto al nuevo sistema de recolección, y lo más positivo que obtuvo la gestión fue que “sigue igual”. Pero en todas se impone la opción que apunta a que la recolección empeoró respecto a años anteriores.
En una entrevista radial, el intendente responsabilizó a los ciudadanos por esta situación, y aseguró que es sólo una cuestión de tiempo “que a medida que la gente se vaya acostumbrando, la situación mejorará”.
En la misma tónica, el jefe comunal aseguró que nunca se refirió a las 5000 cuadras de pavimento que la oposición le cuestiona haber prometido en campaña. En este sentido, aseguró nunca haber hecho esa promesa, y que “si se logran 2400 cuadras, el promedio sería lo mismo a lo hecho en 138 años y si en cuatro años logramos 500 cuadras, el equivalente es a 40 años. Hoy en día se están ejecutando 50 cuadras”.
Finalmente, aprovechó para cuestionar a “Algunos medios bancados que pretenden deteriorar mi imagen”. Fiel a lo que fuera el caballo de batalla del kirchnerismo –al cual sigue representando fervientemente- responsabiliza a la prensa de todos los males que lo aquejan, imposibilitado de reconocer algunas deficiencias en su gestión que marcan que en los primeros 120 días al frente del municipio, lo hecho sea calificado como muy malo, con una imagen en caída libre.

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