Desde el gremio aseguran que la situación comenzó al renovarse las autoridades de la empresa energética. Se mostraron preocupados por las separaciones de cargos, el recorte de horas y las horas extras arbitrarias.
Delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Chaco, que cumplen funciones en la empresa Secheep, denunciaron en las últimas horas la existencia de persecuciones políticas y sindicales dentro del organismo.
«Desde el cambio de gestión a fin de año comenzó a darse una persecución no sólo política, sino ideológica; porque hasta parece casualidad que todo el grupo que veníamos trabajando de modo ejemplar estemos ahora siendo separados de los cargos. Menos cuando quedó demostrado que todos hemos desarrollado de una manera altamente eficiente nuestras funciones en los ámbitos en los que estuvimos; cuando estuvimos a cargo de la coordinación de los distritos, fue la única vez en la historia de la empresa que las sietes gerencias estuvieron trabajando en forma mancomunada”, manifestaron los trabajadores en referencia al inicio de la problemática.
Sobre sus acciones laborales, las cuales consideran óptimas, pusieron como ejemplo un hecho puntual: «durante el tornado en Sáenz Peña, el 27 de noviembre de 2015, donde hubo una convocatoria de 200 operarios trabajando durante la contingencia, entonces quedó demostrada la capacidad laboral y el único justificativo de estos desplazamientos de las funciones no tiene otro condimento que ideológico».
“Esta situación se viene profundizando desde que nos estamos organizando en ATE”, sostuvieron. «Los compañeros afilados al sindicato son los más perseguidos, por ejemplo el caso de un compañero que fue desplazado de su cargo y en su reemplazo pusieron a un chico nuevo con una resolución que no tiene ni número ni fecha, de manera totalmente irregular, violentando el convenio colectivo de trabajo que rige ese tipo de escalafón», lamentaron.
Desde ATE expusieron que algunos de los mecanismos utilizados para perjudicar a los trabajadores nucleados en el gremio consisten en «limitar las horas extra para algunos, dando horas extra de manera totalmente discrecional a la gente que es allegada a ellos; en algunos casos por sobre nosotros, tercerizando servicios que terminan pagando cuatro veces más».