El deceso del pequeño de apenas dos meses se produjo el fin de semana en una precaria construcción en cercanías a Villa Río Bermejito, donde vivía con su madre y su hermano.
Un nuevo caso de muerte infantil sacude al Chaco. Esta vez la víctima fue un bebé de dos meses oriundo de El Impenetrable, quien presentaba un cuadro de hidrocefalia y vivía en extremas condiciones de vulnerabilidad junto a su familia.
El caso, expuesto por el Centro de Estudios Nelson Mandela, refleja una realidad cruda y latente en la vasta zona del interior chaqueño que ya tiene antecedentes y que nada parece revertir.
El niño, identificado como José Pereyta, fue derivado desde el Hospital Perrando (donde se encontraba desde febrero por la gravedad de su situación) al hospital de Castelli el pasado 22 de marzo para continuar con el seguimiento médico en el área de Neonatología.
El viernes 29 de abril, finalmente, José Pereyra murió en el precario rancho en el que vivía junto a su mamá y su hermano. El pequeño sufrió vómitos y una serie de convulsiones, pero a pesar del trasladado en una ambulancia hasta el hospital, perdió la vida.
Por si el calvario de Felisa -la madre del pequeño- fuera poco, también tuvo que soportar que la Municipalidad de Villa Río Bermejito tardara un día entero para brindarle un cajón para el velatorio del bebé, que posteriormente fue enterrado en el monte.
