La entidad que se ubica en avenida Laprida, a metros de avenida Sarmiento, fue víctima del segundo hecho delictivo en un mes. Las autoridades pidieron al Instituto de Cultura que colabore con la instalación de una alarma.
El Museo de Ciencias Naturales de Resistencia «Augusto G. Schulz” sufrió en las últimas horas un nuevo robo en la sede que tiene sobre la avenida Laprida. Lo más triste es que se trata del seundo ilícito que cometen en el lugar en menos de un mes, sin que el mismo se pueda prevenir.
La directora del lugar, María Ferrari, lamentó la situación y responsabilizó a «vándalos que se han empeñado en saquear la institución, rompiendo con barretas las puertas históricas del edificio Monumento Histórico Nacional, vidrios, violentando armarios y llevando todo lo que encontraron a su alcance».
Al parecer, el robo habría sucedido el domingo, o en su defecto durante el fin de semana. Los delincuentes se llevaron herramientas de trabajo, las cuales costaron mucho esfuerzo conseguir, según relatan desde el museo.
«Hay una indignación total de los trabajadores del museo, que con mucho esfuerzo vinimos juntando monedas, en un trabajo de hormiga, y fuimos comprando los elementos para poder trabajar, incluso completando en forma particular y pagando el valor que aún faltaba para adquirir elementos de trabajo indispensables», expresó Ferrari.
«Así se adquirió un proyector en pantalla gigante para el desarrollo de actividades educativas, una desmalezadora para mantenimiento del jardín botánico”, detalló a través de un escrito que fue enviado a todos los medios y explicó que debieron usar ese método de compras «porque el Instituto de Cultura nunca nos proveyó lo que necesitábamos, argumentando que no pueden comprar para cada museo, por motivos económicos o por la modalidad burocrática de trabajo del sistema». «También adquirimos impresora, aspiradora y sopladora de hojas, entre otros elementos», lamentó.
Sobre elementos históricos de exposición, Ferrari comunicó que se encontraron piezas preparadas para ser sustraídas, pero por alguna razón no lo pudieron hacer. «Son piezas que componen el fondo patrimonial cultural natural del museo; es un patrimonio de todos los chaqueños», dijo la directora.
Finalmente, Ferrari pidió al Instituto de Cultura del Chaco que repare el edificio y que pongan a disposición los equipos necesarios para que el museo vuelva a crecer.
