Son datos que surgen tras un estudio de Unicef, centrado en medir las carencias materiales y emocionales de los niños, lo que tiene como consecuencia un negativo desarrollo integral durante las primeras etapas de la vida.
Unicef difundió en los últimos días un estudio con resultados que generan una reacción amarga: el norte argentino tiene la mayor cantidad de niños en situación de pobreza. La investigación y el relevamiento realizado por el organismo internacional midió las carencias materiales y emocionales de personas que van desde los o a los 17 años, lo que genera en ellas un impedimento en su desarrollo integral.
«La pobreza no es sólo billeteras vacías; es estructural y tiene que ver con la nutrición, la salud, la educación, el acceso a los servicios de cuidado, y la exposición a la violencia entre 28 indicadores de ‘privación‘ que nos ayudaron a definir la pobreza en toda su complejidad», dijo Sebastián Waisgrais, de Unicef Argentina.
El Norte Grande argentino (NEA y NOA) es el más afectado respecto a la Patagonia Sur y la Ciudad de Buenos Aires, que están en el otro extremo. Además, al medir la pobreza con ese enfoque, Unicef detectó que «los programas de transferencias monetarias como la Asignación Universal por Hijo (AUH) -que suplementan el ingreso familiar para superar el umbral de pobreza monetaria- sólo estarían llegando a un 45% de los niños pobres».
El marco que tomaron de análisis, que llama «multidimensional», reveló que «un 30% de chicos (unos 4.000.000 de niños, niñas y adolescentes) en Argentina es pobre» porque cumple con «al menos cuatro de los 28 indicadores de privación»; y «el 8,4% de los chicos es extremadamente pobre porque cumple al menos con ocho de esas privaciones», expresaron los autores de la investigación.
«Un chico con un padre sin la primaria terminada tiene 22 veces más probabilidad de ser pobre que un chico que reside en un hogar con nivel educativo más alto. Son características que los niños no eligen», explicó Waisgrais en torno a la dimensión de la educación de los padres.
Según el informe, los chicos con más probabilidades de ser pobres viven en hogares cuyos jefes son asalariados no registrados, índice que supera incluso a los de los desocupados. Según la medición, el grupo más vulnerable es el de los chicos de cero a cinco años: 1.200.000 chicos de esa edad son pobres en Argentina. Hay 800.000 nacimientos al año, 8.200 de ellos son muertes evitables; 4.000 de esos chicos mueren los primeros días y casi 800 por diarreas e infecciones respiratorias.
«La cuestión monetaria va a seguir fluctuando. La inflación va a caer en algún momento pero los niveles de pobreza multidimensional, como el de la primera infancia por ejemplo, van a seguir existiendo si no se implementan políticas puntuales dirigidas a reducir esos índices», sentenció Waisgrais.