La designación de la dupla Corregido-Maldonado como defensor del Pueblo y adjunto respectivamente, sigue dejando tela para cortar. Y mucha. Cuando parecía que el bochorno hecho por los peronistas Bogado y Guillón era insuperable, apareció Hugo Domínguez para “descontar” la goleada de papelones que se estaban comiendo de parte del partido rival.
*Editorial – Publicado en nuestro Semanario
Parece que los diputados están condenados a avergonzar a la comunidad que los eligió democráticamente –o que en realidad fueron impuestos por los partidos mayoritarios- con declaraciones siempre fuera de lugar. Hay excepciones, es verdad, pero es muy difícil encontrar a un legislador chaqueño que no hable de más o diga cosas que no corresponden.
Esta columna se dedicó largamente -siete días atrás- a repudiar la vergonzosa performance mostrada por Beatriz Bogado y Rubén Guillón, quienes descaradamente y al aire de una de los programas chaqueños más oídos aseguraron haber evaluado todos los pliegos de los postulantes a ocupar la defensoría del pueblo, incluso los de Diego De La Vega, Bruno Díaz y Clark Kent.
Corporativamente, después de varios días de silencio, salió a defender a los legisladores “humillados” su par Raúl Acosta, quien calificó a la situación como una “tomada de pelo” que les hizo el periodista “abusando de la buena voluntad de Bogado y Guillón”.
No resulta raro que el exradical Acosta salga a defender a sus colegas. Fundamentalmente, porque al igual que los otros dos diputados, la mayoría de los chaqueños no se explican como hicieron para alcanzar una bancada, que en el caso del hombre de Concertación Forja, se repitió por varios períodos.
¿El resto de la bancada peronista? Bien, gracias. En completo silencio, lo que buen entendedor muestra la metida de pata y lo mal que representaron al resto de los colegas. Esa sería la mirada más benévola, ya que la otra opción es que callan porque son cómplices de esta situación, y ninguno de los diputados estudió a fondo los pliegos de los postulantes a defensor del Pueblo.
LA OPOSICION NO SE QUEDA ATRAS
Conocido es que el radicalismo no se caracteriza por tomar el rol protagónico, y tampoco se caracteriza por captar un error del rival en beneficio propio. Es que este caso, el de la burrada de los diputados del PJ, era una ocasión propicia para que de este lado muestren que hay del otro. Pero no.
Marilyn Canata esbozó una especie de declaraciones sobre el modo de la elección del ombudsman, aunque luego la arregló diciendo que ella personalmente se iba a encargar de controlar que Corregido cumpla con su tarea.
Fue entonces cuando apareció Hugo Domínguez –tristemente recordado por haber votado en contra de Aída Ayala en una convención, cuando era uno de los pocos “de peso” que la apoyaba- y declaró que el radicalismo recibió amenazas de parte del peronismo para que designen a Corregido, y que en caso negativo la provincia se quedaría sin defensor del Pueblo. En otras palabras, era Corregido o nada.
Lo aberrante de esta denuncia es que la hizo una vez consumada la elección, no antes, no cuando se produjo la “amenaza”; sino que lo hizo después, cuando ya era un hecho que Corregido iba a estar al frente de la Defensoría por otros cuatro años.
Parafraseando a José Viñuela respecto a “que le dicen a Karina Winkler”, estaría bueno extender esa pregunta hacia los 14 postulantes que se presentaron de buena fe para mejorar la realidad del pueblo chaqueño, y ni siquiera fueron tenido en cuenta.
EL PELIGRO DE LAS LISTAS SABANAS
Algo que parece intrascendente, como la conformación de las listas de legisladores, no lo es tal.
El pueblo está ajeno a esta situación. Lamentablemente se mezclan buenos candidatos con candidatos mediocres y con candidatos malos. Y hablamos de candidatos porque se los mezcla antes de ser electos, y sabiendo que su desempeño va a ser pésimo.
Que Aurelio Díaz haya estado tan cerca de alcanzar una banca no es casualidad. La gente de a poco se va dando cuenta que los diputados radicales o peronistas no los representan, y de ese modo con toda la humildad que lo caracteriza, y con una campaña austera, en el 2013 estuvo a nada de ingresar a la Legislatura, lugar que posteriormente ocupó Paredes. Sin dudas, Díaz hubiera sido mucho mejor diputado que Paredes, a quien la mayoría de la ciudadanía no conoce, y en verdad se desconoce la obra legislativa que hizo.
De a poco toma fuerza la intención de modificar la elección de los legisladores para que sea de una manera más directa. Existen incluso algunos proyectos que se están gestando.
Claro que esto difícilmente llegue a buen puerto, ya que quienes deben aprobar una iniciativa como esa son ¡los diputados! Cuesta creer que los Sánchez, Peche, Acosta, Gutiérrez, Bacileff Ivanoff, Cuesta, Domínguez, Martínez o Vallejos –sólo por nombrar a algunos- se arriesguen a perder esta gran teta que se llama Legislatura. Mientras tanto, el pueblo sigue en las gateras.
