En el marco de los hechos intimidatorios que sufrieron los fiscales antidrogas de la provincia, el Procurador General, Jorge Canteros, destacó la labor que vienen llevando adelante desde que nació este fuero especial y señaló que en siete meses y medio elevaron a juicio más de 60 causas.
Luego del atentado que sufrió el viernes en su vehículo el fiscal antidrogas, Sergio Cáceres Olivera, donde se constató que la luneta de su camioneta fue destruida con un disparo, el Procurador General, Jorge Canteros, remarcó que este fue un acto intimidatorio debido a la fuerte tarea que viene llevando adelante el fuero especial contra el narcomenudeo que se plasmó en más de 60 causas elevadas a juicio en casi ocho meses.
“Este fue un hecho delictivo que en principio aparece como un hecho común. Aparentemente, a las 1.30 del viernes intentaron con una barreta romper la luneta trasera de una Ford Eco Sport, propiedad del fiscal de narcomenudeo, Sergio Cáceres Olivera, que estaba estacionado en la puerta de su domicilio, y después le efectuaron un disparo a corta distancia de un arma calibre .22”, recordó Canteros en declaraciones a radio ciudad.
“Estuve en el lugar y por supuesto hablé con Cáceres Olivera, con la policía de Drogas Peligrosas y el Gabinete Científico. Estaban buscando el casquillo que no aparecía”, sostuvo. “El mensaje para el doctor Cáceres tiene un efecto intimidatorio. Él y (Andrea Natalia) Lovey como fiscales antidrogas están llevando a cabo una importante tarea en siete meses y medio que lleva el sistema de narcomenudeo en la provincia han elevado a juicio más de 60 causas”, añadió.
“Tienen condenas muy importantes. Están avanzando en escuchas telefónicas, en la conexión de pequeños dealers con organizaciones más grandes. Lógicamente que esto va tocando intereses”, señaló.
Por otra parte, indicó que se consignaron escuchas que “permitirían detectar que hay llamados desde la alcaidía provincial hacia afuera con mensajes intimidatorios y amenazas hacia los fiscales”. “El tema de los celulares en la alcaidía es todo un problema. Porque en las visitas de los familiares siempre ingresa un teléfono celular por más requisas que se hagan”, reconoció.