La competitividad frente a precios más accesibles del país vecino, aunque con pollos de menor calidad, hizo imposible la continuidad de los trabajadores del departamento 25 de Mayo en la provincia del litoral argentino.
Las diferencias económicas con los países limítrofes no solo perjudican a grandes industriales, comerciantes y expendedores de combustibles, sino también a pequeños productores de otras ramas de la economía. Entre los primeros golpeados por el nuevo escenario económico se encuentran los colonos que integran la cuenca avícola del Alto Uruguay.
Se trata de un grupo de productores que comenzó su actividad hace cuatro años, por iniciativa de la Caul, que buscaba una alternativa para incrementar los ingresos de sus socios y de obtener un margen de rentabilidad para compensar aunque sea en parte las pérdidas que afrontaba la cooperativa en la distribución de energía eléctrica.
Gracias al aporte del Gobierno provincial a través del Plan Proalimentos, la cantidad de productores pasó de 10 a 74 durante el primer año de funcionamiento del programa. El rápido incremento en la producción hizo que la capacidad de faena, almacenamiento y distribución con la que contaba la cooperativa quedara desbordada y el negocio pasó a manos de la empresa privada Turner & Turner.
Bajo la tutela de esta compañía, de reconocida experiencia en el ramo, la cuenca se mantuvo activa y con niveles de producción sostenidos durante varios años, pero el panorama cambió rápidamente en los últimos meses.
El ingreso de pollos de Brasil, de menor calidad que los producidos localmente pero a precios inferiores incluso a los costos de producción en la provincia provocó un desplome en la demanda y la empresa se vio obligada a prescindir de parte de sus productores.
Según indicó Fredy Frank, presidente de la Caul “de los 74 productores que estaban trabajando, más de 50 quedaron en el camino porque a la empresa ya no le resultaba rentable seguir comprándoles”.
Para contener a esos colonos, la cooperativa avanza en un proyecto de producción de huevos. “Al ver que el productor quedó en el camino se nos ocurrió la producción de huevos, aprovechando que tenemos un comercio en Posadas en el que vendemos nuestros quesos. Ya tenemos un productor que está trabajando a pleno y la idea es seguir ampliando el plantel”, dijo.
Alfredo Dumke es el primero en comenzar con esta tarea, con 200 gallinas ponedoras. El proyecto prevé seguir creciendo y sumando más beneficiarios.