El chofer del auto intentó pasar desapercibido antes de llegar al control y estacionó el vehículo para luego tratar de alejarse caminando junto a su acompañante. Finalmente los inspectores advirtieron la maniobra y lograron retenerlos.
Los controles de alcoholemia y tránsito en la noche de la capital chaqueña se realizaron ayer como de costumbre durante los fines de semana. Hubo puestos con inspectores en distintos puntos de Resistencia, y en uno de ellos se registró una situación preocupante: un conductor marcó 2,31 g/l en el test de alcohol en sangre, todo un récord para las cifras que se manejan generalmente, que tienen como máximo 0,50 g/l.
El conductor, que iba a bordo de un coche Volkswagen, vio la existencia de controles y varios metros antes de llegar a los mismos decidió estacionar su auto. Tras hacerlo, quiso escapar disimuladamente junto a su acompañante, pero todo estaba siendo observado por efectivos que no le permitieron la huída.
Finalmente pudieron realizarle el control con el aparato y, por los números conseguidos, se procedió al secuestro del automóvil y al traslado del mismo hasta el Corralón Municipal.
