Después dicen que los Municipales somos los negros quilomberos, borrachos y peleadores. ¿Y ahora a quién le van a echar la culpa? Otra vez la Legislatura chaqueña fue escenario de un campo de batalla, de hechos de violencia, y los municipales no estábamos allí.
No hay dudas que hay responsables, son los mismos de siempre, aquellos que pretenden seguir engordando sus bolsillos a costa del hambre del pueblo, son los mismos que se encargan de elaborar las layes, y como si fuera poco las elaboran para ellos mismos, a tal punto que se permiten hacer “justicia salarial” por mano propia; claro, usando las arcas del Estado.
Es evidente que necesitan de mayores ingresos, deben financiar el aparato parapolicial que montaron bajo el nombre ficticio de “Seguridad”. Delincuentes comunes que se escudan en una pseudo inmunidad constitucional para realizar turbias maniobras.
Y entonces nos preguntamos: ¿Cuáles son nuestros derechos? ¿Los del pueblo? O acaso ya nos olvidamos que hace poco tiempo casi llorábamos sobre el ataúd frío de un alma inocente que solamente luchaba por la dignidad de su familia manifestándose en contra de un personaje que de manera abierta y permanente pretende dejarlo sin su trabajo, dejarlo en la calle. Ese pudo ser el final del trabajador municipal herido de bala en los enfrentamientos en la Legislatura y cuya responsabilidad está fuera de discusión; las evidencias fílmicas y fotográficas, y hasta la propia Justicia, revelan que patoteros que usurpan el cargo de empleados legislativos realizaron los disparos.
Esto nos lleva a otras preguntas: ¿Y el Defensor del Pueblo? ¿No debería actuar ante esta flagrante irregularidad de los legisladores de aumentarse sus sueldos de manera ilegítima? La marcha atrás de la Cámara de Diputados sobre este tema es una muestra evidente de que las coas estaban mal hechas.
Los Diputados frente a las narices de Corregido burlan otra vez los derechos de los trabajadores, en este caso del Parlamento chaqueño.
Nosotros ya nos respondimos solos a estos interrogantes: Cómo va a tener autoridad moral para cuestionarlos si él mismo es un hijo “malparido” de un proceso poco transparente que llevaron adelante los diputados chaqueños para sentarlo en el sillón de Defensor del Pueblo.
Fernando Rivero
Remigio Borques 3000
DNI: 30.626.043
Julio César Romero
Mario Villalba 2211
DNI: 25.346.414