La mayoría de nosotros nos hemos preguntado, ¿Por qué filosofar hoy? ¿Cuál es su fin? ¿Por qué debemos estudiarla? ¿Nos resulta útil? A continuación iremos desarrollando las respuestas de estas diferentes cuestiones.La mayoría de nosotros nos hemos preguntado, ¿Por qué filosofar hoy? ¿Cuál es su fin? ¿Por qué debemos estudiarla? ¿Nos resulta útil? A continuación iremos desarrollando las respuestas de estas diferentes cuestiones.
Estamos de acuerdo con que en la actualidad tratamos de encontrar “respuestas” con el fin de dejar atrás la ignorancia, en esta tarea la filosofía cumple un rol importante, ya que es capaz de darnos diferentes posibilidades que transforman y amplían nuestra visión personal sobre el mundo, es decir, nuestros pensamientos. Estas respuestas filosóficas nos ayudan a seguir preguntándonos cada vez mejor, y así convivir permanentemente con la interrogación. Por lo tanto debemos mantener vivo el interés especulativo por el universo, es decir, con el mundo que nos rodea.
Tenemos en cuenta que, una característica primordial de la filosofía es que tiene la capacidad de convertir lo dado en un problema, y así estimular su proceso reflexivo, ya que el planteo de problemas nos desvela en nuestro día a día.
Ahora bien, como se repitió a lo largo de siglos ¿será que la filosofía no sirve para nada? Para continuar veamos algunos argumentos de diferentes autores:
Según Salatino y Gallo “En el corto plazo la filosofía no nos hará más ricos ni más poderosos, probablemente nos llene de dudas y de incertidumbres, algunas de ellas angustiantes, pero en el largo plazo advertiremos que nuestro horizonte se ha ampliado considerablemente y que ahora disponemos de una cantidad de herramientas intelectuales de las que antes carecíamos” (Gallo, F. de y Salatino. G. “Filosofía. Esa búsqueda reflexiva” A-Z- Ed. B. A. 1992), Lo que estos autores nos quieren decir con esto es que la filosofía ampliara nuestras creencias de lo posible, mejorando nuestra imaginación intelectual y a su vez ampliando nuestro espíritu.
Podemos decir que al contrario, una persona a la cual no le interesa filosofar tiende a creer que el mundo es exacto, no le surgen preguntas sobre los objetos habituales de su vida, y va por esta prisionero de los prejuicios que provienen del sentido común, como dice Descartes: “Vivir sin filosofar es tener los ojos cerrados sin intentar jamás abrirlos; y el placer de ver las cosas que nuestra vista nos descubre no es siquiera comparable a la satisfacción que nos depara el conocimiento de las que encontramos por medio de la filosofía; y, finalmente, este estudio nos es más necesario para regir nuestras costumbres y conducimos en esta vida que el uso de nuestros ojos para guiar nuestros pasos”. (Principios de la filosofía, Prefacio–En Vecchietti, E. Filosofía. Problemáticas filosóficas. Resistencia 2011)
En conclusión creemos que debemos filosofar hoy para comprender mejor la realidad en la que vivimos y a nosotros mismos, a su vez desarrollando nuestras propias ideas y creciendo como personas independientes y libres con el objetivo de alejarnos de ideologías básicas que nos rodean, ¿con que finalidad? Solo con el propósito de vivir mejor.
Escrita por las alumnas del Colegio Don Bosco, Guillermina Romero Ceccoto y Chiara Ambrosio; para la materia Filosofía.