En distintos lugares de la vecina provincia la actividad ya es algo habitual. Conductores de motocicletas y automóviles no escatiman en gastos y compran el combustible aunque sea más caro para no demorarse en las estaciones de servicio.
La situación creció exponencialmente en el último tiempo e inclusive tiene el aval de los conductores para ahorrar el extenso tiempo que conlleva hacer colas para cargar nafta en estaciones de servicio habilitadas.
Los vendedores, que generalmente se desempeñan también como gomeros -según difunde Radio Sudamericana-, adquieren el combustible en los puntos de expendio legales y montan un sistema de bombeo en los barrios para realizar una venta que no está permitida.
Cabe destacar que los precios están lejos de ser más económicos, sino todo lo contrario, llevan consigo un importante aumento.
La misma realidad se puede ver en distintas zonas del Gran Resistencia, sin que los controles hagan algo por el tema.