Corrupción: la provincia tiene poco que envidiar a la nación

Sociedad

La sociedad argentina se vio indignada en las últimas horas tras la detención de José López, cuando el exfuncionario kirchnerista intentaba enterrar en un convento de monjas valijas con dinero –cercano a los $9 millones, relojes de alta gama y una ametralladora al hombro- en una imagen donde expone la devoción al dinero que este personaje nefasto para la política nacional posee.

De la redacción de TN24

José López fue el segundo de Julio De Vido, sindicado hoy por hoy como el artífice de todos los hechos de corrupción mediante la obra pública en el país durante los doce años del gobierno K. Es así que la oposición busca que la justicia investigue al ex mano derecha de Kirchner y CFK, cosa imposible si se tiene en cuenta los fueros que posee por ser diputado nacional.
En idéntico estadío se encuentra el presidente Mauricio Macri y muchos de sus allegados, que no están nada limpios, con cuentas en el exterior y dinero sucio que, encima, quieren repatriarlo de una manera espuria y sin penar por haber evadido impuestos en gran magnitud.
Pero como sociedad indignada que somos, en la provincia no podemos quedarnos con esos hechos como unos más, y olvidarnos de lo que sucedió –y quizá aún sucede- en nuestro Chaco.

500 millones de corrupción
“La ineficiencia y corrupción nos cuestan 500 millones de pesos por ejercicio fiscal”. Con esa frase, el entonces gobernador Jorge Capitanich expuso una realidad que pocas veces sale a la luz, que son los costos de la corrupción para una provincia.
Sin dudas, la gestión de Capitanich marca el mayor crecimiento en cuanto a infraestructura de la provincia del Chaco. El tema es que precisamente la obra pública es lo que genera –históricamente- controversias respecto a los sobreprecios; y de acuerdo a aquel informe, el del año 2013, gran parte de esos 500 millones provenía de la infraestructura pública.
En ese orden de ideas, no resulta descabellado el llamado a indagatoria de la justicia federal a Capitanich, Judis (padre e hijo) y José Valentín Benítez para que declaren en indagatoria respecto a la causa Sueños Compartidos. Más si se tiene en cuenta que Chaco fue la provincia más beneficiada con la obra ejecutada a través de la Fundación Madres de Plaza de Mayo.

Que el árbol no tape el bosque
Pero tampoco podemos quedarnos con el “reconocimiento” que hizo oportunamente Capitanich a su gabinete, ya que sería quedarnos con una parte muy chiquita de la historia reciente.
No podemos olvidarnos de los durmientes de Tenev.
No podemos olvidarnos de la torta (entre otras irregularidades), de Pibernus.
No podemos olvidarnos de la denuncia de hoteles comprados por Rozas en lugares paradisíacos de España.
No podemos olvidarnos de los lomos de burro de Aída Ayala.
No podemos olvidarnos del dinero que traía el entonces ministro de Roy Nikisch Néstor Dellamea, que salió a la luz cuando el funcionario tuvo un accidente regresando de Formosa, donde murió la mujer que lo acompañaba.
No podemos olvidarnos de las escuelas sin pupitres.
No podemos olvidarnos de las promesas de Verbeek (que en 2011 prometió que la provincia iba a contar en seis meses con GNC).
No podemos olvidarnos de los múltiples cargos ocupados por Verbeek.
No podemos olvidarnos de César Cotichelli.
No podemos olvidarnos del segundo acueducto, inaugurado en reiteradas ocasiones y que recientemente informaron que iba a continuar la obra (mucha gente en Resistencia pensaba que la obra ya estaba finalizada).
No podemos olvidarnos de la ruta 7.
No podemos olvidarnos que en el hospital Pediátrico no habrá guardias quien sabe hasta cuando, porque los médicos no reciben respuestas del ejecutivo “por falta de presupuesto”.
No podemos olvidarnos que en pleno brote de Gripe A, es constante la falta de vacunas en centros sanitarios; y que reducir el grupo de riesgo es en vano, más si se tiene en cuenta que las muertes por este mal (al menos las reconocidas), recayeron en personas que no están dentro del grupo de riesgo.
Y entre tantas cosas que no podemos olvidarnos, no podemos dejar de lado que hay hermanos chaqueños que se mueren de hambre, sed, enfermedades erradicadas que volvieron por la pobreza… No podemos dejar de tener siempre presente que hay gente que sufre, padece y muere a causa de la corrupción. De la corrupción de José López, pero también de la corrupción local.
Olvidarnos de todo eso marcará un retroceso para la provincia, que al igual que la nación creció, pero que nunca pudo sacarse de encima la maldita corrupción.

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