Tras lo sucedido con José López, ex funcionario kirchnerista en el sector de obras públicas que intentó esconder 8 millones de dólares en un convento, la ex presidenta se desligó del hecho y responsabilizó de la corrupción al sector privado.
La ex presidenta de la Nación hasta diciembre de 2015, Cristina Fernández de Kirchner, se refirió vía Facebook al revuelo generado por José López y los 8 millones de dólares que quiso poner a cuidado de monjas y sacerdotes en un convento de Buenos Aires.
Cristina tuvo una cercanía pública y marcada con Julio De Vido, ex ministro de Infraestructura durante su gestión como mandataria nacional, y José López respondía directamente al hombre de bigotes, hoy legislador nacional. La ex presidenta volvió a desligarse de la corrupción y responsabilizó al sector privado, diciendo «no fui yo» en referencia a la persona que le dio ese dinero a López. Por separado, Hebe de Bonafini consideró que López fue un infiltrado.
A continuación reproducimos la nota escrita por Cristina Fernández de Kirchner:
“Durante ocho años goberné para todos los Argentinos. Para los que me querían, para los que me respetaban, y también para los que me agredían e insultaban como nunca se hizo con ningún presidente en la historia. Sé que ser mujer fue un agravante.
Hoy quiero dirigirme a quienes saben que en estos doce años y medio construimos derechos como no se había hecho desde el primer peronismo. A quienes se rompieron el alma militando porque sintieron y sienten que, por primera vez en mucho tiempo, las utopías dejaban de ser sólo eso y se transformaban en una vida mejor para todos los Argentinos. Aún para aquellos que nunca nos quisieron ni nos querrán, hagamos lo que hagamos.
Quiero también dirigirme a quienes por primera vez, y en distintos lugares, se incorporaron a la política, porque los convocó un proyecto donde el amor por la Patria y la solidaridad con el prójimo son su motor. A quienes hoy siento y sé que están profundamente dolidos como si alguien les hubiera pegado una trompada en el estómago.
Sí, esta vez quiero dirigirme a los que son y se sienten parte de este proyecto. A los que lo construyeron, a los que lo aman, a los que sufren por lo que está pasando. A ellos quiero decirles que creo que palabras como repudiar, rechazar o condenar, no alcanzan. Yo quiero saber quiénes son, además del Ing. López (Secretario de Obras Publicas durante mi gestión), los responsables de lo que pasó.
El dinero que el Ing. López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político. Que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices estructurales de la corrupción a lo largo y a lo ancho de nuestra historia y de la universal.
La otra, infinitamente más profunda aún, y sus efectos más terribles: la aplicación de planes políticos y económicos que enajenan el patrimonio nacional, endeudan el país y someten a la miseria a millones de Argentinos. De esa matriz dan cuenta también, desgraciadamente, pasado y presente de nuestra historia y de otros pueblos del mundo».