El Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda IPDUV continúa llevando adelante un arduo trabajo de regularización de ladrilleros chaqueños tendiente a garantizar condiciones dignas para quienes llevan adelante la noble actividad.
Más trabajadores regularizaron su situación laboral, lo que posibilita también mejoras en las condiciones de vida de las familias ligadas al sector.
En este contexto, durante la semana pasada se materializaron nuevas inscripciones al Registro Provincial de Ladrilleros en las localidades de Isla del Cerrito y Margarita Belén, con más de 50 trabajadores que se sumaron al programa de gobierno.
Las inscripciones fueron encabezadas por el coordinador del Registro Livio Besil, quien, acompañado por su equipo técnico, llegó en primer término a la Isla del Cerrito donde un total de 30 ladrilleros se sumaron a la herramienta de regularización. Seguidamente la comitiva se trasladó a Margarita Belén, donde se concretaron unas 20 nuevas inscripciones.
Cabe destacar que las actividades fueron realizadas de manera conjunta con los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Bruno Cipolini y Alejandro Aradas, y están encuadradas en el amplio proceso de regularización que viene concretándose en los últimos años con más de 1700 ladrilleros sumados al Registro Provincial. En tanto, se informó que este jueves darán continuidad las inscripciones, esta vez en la localidad de Las Garcitas.
En este sentido, el titular del Instituto de Vivienda Hugo Acevedo, remarcó el compromiso existente desde el organismo que encabeza y el gobierno provincial de continuar acompañando a los ladrilleros chaqueños mediante la articulación de acciones que posibiliten mejoras en las condiciones de vida de las familias ligadas al sector.
En cuanto a las políticas para el sector, debe mencionarse la instrumentación del Régimen de Consorcios Ladrilleros, es decir, entidades de bien público sin fines de lucro, integradas por trabajadores dedicados a la fabricación de ladrillos artesanales de adobe. De este modo se partió de un conjunto inorgánico de ladrilleros, pasando a un registro provincial y a la conformación de consorcios, lo que representa un verdadero sistema de organización para dar valor al trabajo del sector.
Esta iniciativa contribuye a mejorar los niveles de producción garantizando la rentabilidad de los ladrilleros, que pueden vender su producto como consorcios y a través de acuerdos con empresas. Permite además lograr una mayor capacidad productiva, acopiando ladrillos para épocas climáticas poco favorables en el desarrollo de la actividad. Por otro lado, evita la intermediación que muchas veces se queda con el fruto del esfuerzo diario que realizan los trabajadores.