El Senado convirtió en ley el proyecto por 56 votos a favor, 11 en contra y una abstención. El rechazo vino del kirchnerismo, quien niega que se trate de una “reparación histórica”. El proyecto tuvo un amplio respaldo, con 56 votos a favor y 11 en contra. La oposición fue impulsada por el kirchnerismo duro, lo que marcó nuevas diferencias dentro del bloque del Frente para la Victoria.
En consecuencia, ya es ley el paquete que prevé el pago de juicio a jubilados, una amnistía fiscal para conseguir los fondos para financiarlo, la creación de una pensión universal a la vejez y la exención de Ganancias del medio aguinaldo de julio, entre otras medidas.
La gran mayoría del bloque PJ-Frente para la Victoria, liderado por Miguel Ángel Pichetto, acompañó el proyecto. La excepción fue otra vez el grupo de legisladores que responde al kirchnerismo y La Cámpora. Hubo solamente una abstención, de Fernando «Pino» Solanas, por Proyecto Sur.
La flamante ley prevé la creación de una pensión universal a la vejez, y deja abierta la puerta para la futura venta de acciones de empresas privadas que el Estado argentino obtuvo con la confiscación de los ahorros que los trabajadores tenían depositados en las ex-AFJP.
Respecto al blanqueo, se excluyó a funcionarios de los tres poderes del Estado y en todos los niveles (nacional, provincial y municipal) así como a sus padres, cónyuges e hijos, y también a los legisladores para el Parlasur.
Además establece que el Ejecutivo Nacional se haga cargo de los déficits de las cajas previsionales provinciales, al extender por 90 meses la moratoria a 13 provincias que nunca trasfirieron sus cajas, lo cual provocó un alivio para los gobernadores, en especial los del PJ, y fue otro punto que allanó el respaldo de los sectores del FpV-PJ que se referencia en los jefes provinciales.