La Oficina Anticorrupción (OA) fue aceptada como querellante en causa la por lavado de dinero conocida como “ruta del dinero K”, por la que está detenido Lázaro Báez.
Casanello entendió que “corresponde admitir el ejercicio de la acusación privada por parte de la OA en todos los casos de naturaleza criminal en que se persiga el esclarecimiento de hechos en que se vea perjudicado el patrimonio del Estado y respecto de las conductas concordantes abarcadas por la Convención Interamericana contra la Corrupción”.
La OA destacó cuando pidió ser querellante la importancia de la declaración de Leonardo Fariña y recordó la relación directa que a menudo se verifica entre hechos de corrupción en perjuicio del Estado y el encubrimiento por lavado de activos.
También, se resaltó “la participación” de Ricardo Echegaray en la maniobra, asegurándose que “colaboró, desde su cargo en la AFIP, a través del debilitamiento de los controles y de las dependencias del organismo encargadas de detectar la evasión de empresas vinculadas, las que se habrían verificado, entre otras modalidades, a partir de la simulación de crédito fiscal inexistente con facturas truchas o extendidas por servicios y operaciones falsas”.