Es una de las casas más famosas del mundo. Todos quienes han pasado por esta residencia han mostrado todo o disfrutado de los eventos más alocados de su vida. Sin embargo, lo que ocurre puertas adentro muy pocos lo saben.
La vivienda, ubicada en el lujoso suburbio de Westwood, Los Angeles, fue puesta en venta por unos 200 millones de dólares y hace una semana fue adquirida por Daren Metropoulos, hijo del multimillonario C. Dean Metropoulos y ferviente aficionado de la revista.
Pese a la compra, Hugh Hefner dejó en claro en una de las cláusulas del contrato que viviría en la residencia hasta que falleciera, la cual fue construida en 1927 y comprada por él en 1971 por un millón de dólares.
Por la famosa mansión pasaron miles de «conejitas» y celebridades de diversos ámbitos, lo que originó una decena de mitos sobre las exclusivas fiestas y orgías que se realizaban en su interior.
A medida que cada modelo fue abandonado la residencia, más detalles salían a la luz de lo que ocurría puertas adentro del hogar del erotismo, el que incluso llegó a tener su propio reality show.
«Todo el mundo creía que esa infame puerta de metal era para ahuyentar a la gente, pero en un momento llegué a pensar que era para mantenerme encerrada», confesó Holly Madison, una de las principales novias de Hefner, en su libro «Down The Rabbit: Curious Adventures and Cautionary Tales of a Former Playboy Bunny».
Dentro de la vivienda existía un estricto reglamento de comportamiento, el que establecía que estaba prohibido el ingreso de hombres a la casa. Además, indicaba que todas las chicas debían visitar la habitación de Hefner para mantener relaciones sexuales con el «jefe» durante dos minutos, mientras las otras le daban gritos de aliento al empresario.
Al igual que Holly Madison, Kendra Wilkinson reveló que tenían que recurrir constantemente a las drogas y el alcohol para intentar sobrellevar la depresión y estrés causado por el maltrato de Hugh Hefner.
«Para aguantar una noche junto a él, yo tenía que emborracharme o fumar marihuana. Era la única manera de soportarlo. Luego fue peor porque me sentía deprimida todo el tiempo y empezaba a tomar desde muy temprano», contó Kendra, a lo que Holly agregó que «era una vida ridícula. No sé cómo pude estar metida ahí».
Otro de los secretos evidenciados por las conejitas fue la suciedad que reinaba en cada rincón de la casa. Al parecer a Hefner no le gustaba demasiado la limpieza. Por lo mismo, era habitual encontrar las sábanas de la cama principal o las frazadas de los pasillos y las habitaciones con manchas.
Además, gran parte de los residente se quejó, una vez abandonada la vivienda, que los acolchados y las fundas de almohadones y almohadas eran demasiado viejos y estaba todos agujereados.
Dado que la mansión Playboy es una de las pocas residencias en Los Angeles que posee permiso de zoológico, las «conejitas humanas» estaban acompañadas por pavos reales, flamenco, tucanes, patos y hasta 100 monos ardilla; consigna Infobae.
Otra de las revelaciones, aunque la menos impactante, son las lujosas fiestas que se realizaban al interior del recinto, donde se mezclaban modelos con estrellas de Hollywood como James Caan, John Belushi, Leonardo Di Caprio y Bill Cosby, entre otros.
Sumado a todo lo anterior, 123 personas alegaron en 2013 que sufrían de fiebre alta y problemas respiratorios, luego de asistir a una celebración en la mansión. Ante esto, el Departamento de Salud Pública investigó y descubrió «aguas termales» en la sala de la vivienda, una bacteria que causa la Enfermedad del Legionario, una versión aguda de neumonía.